La Ciudad de Buenos Aires continúa con la ejecución de importantes proyectos de infraestructura hídrica. Entre ellos, se destaca la ampliación del reservorio en el Parque Sarmiento, una obra clave del Plan Hidráulico porteño. Su objetivo principal es mitigar el impacto de lluvias intensas, beneficiando de manera directa a más de 200 mil vecinos de los barrios de Saavedra, Núñez y Belgrano.

Esta intervención permitirá contener el caudal del arroyo Medrano durante eventos climáticos extremos, al incrementar significativamente la capacidad de retención del reservorio existente. Se trata, sin duda, de una obra estratégica en el contexto de la crisis climática actual.

“Esta obra nos permite ganar tiempo en los momentos de máxima intensidad de lluvia. No es lo mismo 100 milímetros en tres días que en una hora. Durante una tormenta, lo fundamental es el tiempo de respuesta”, explicó el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien recorrió el avance de los trabajos junto al ministro de Infraestructura, Pablo Bereciartua.

Una solución estructural frente a un desafío creciente

El proyecto consiste en ampliar la capacidad del embalse para contener el excedente hídrico que el emisario del arroyo Medrano no logra evacuar de inmediato. Actualmente, se están removiendo más de 120 mil metros cúbicos de suelo, lo que permitirá alcanzar una capacidad final superior a los 100 mil metros cúbicos, equivalente a unas 40 piletas olímpicas.

Según explicó el Jefe de Gobierno, la decisión de acelerar los tiempos del Plan Hidráulico responde a la necesidad de adaptarse al cambio climático: “Originalmente era un plan previsto a cuatro años, pero lo estamos ejecutando en la mitad del tiempo”, detalló. Esta obra, remarcó, impacta directamente sobre 9 mil residentes que viven en las inmediaciones del parque y en más de 200 mil vecinos que integran la cuenca del Medrano.

Un parque que se transforma en lago cuando la Ciudad lo necesita

Una vez finalizada la obra, cuya inversión asciende a más de 712 millones de pesos, el área verde del parque no perderá su valor recreativo. En condiciones normales, funcionará como un espacio deportivo con canchas de fútbol. Sin embargo, en caso de tormentas intensas, se transformará temporalmente en un lago de grandes dimensiones, cumpliendo su rol de contención hídrica.

Posteriormente, el agua retenida será drenada de forma controlada, evitando anegamientos en la zona. Así, la Ciudad suma una solución técnica eficaz y sustentable frente a las precipitaciones extraordinarias que vienen siendo cada vez más frecuentes.

“El Plan Hidráulico contempla la creación de retenes naturales, superficies excavadas que permiten absorber grandes volúmenes de agua cuando los túneles subterráneos no dan abasto”, agregó Jorge Macri. “Estas obras a cielo abierto complementan el sistema y permiten seguir utilizando los espacios como áreas deportivas”.

Un compromiso sostenido con la infraestructura urbana

Desde 2007, la Ciudad ha invertido más de 562 millones de dólares en infraestructura hidráulica, lo que permitió construir 83 kilómetros de obras que atraviesan las cuencas de los arroyos Maldonado, Vega y Cildáñez. Gracias a estas intervenciones, más del 80% de la superficie porteña se encuentra hoy protegida frente al riesgo de inundaciones, alcanzando a unos 2.500.000 vecinos.

Actualmente, además del reservorio en Parque Sarmiento, se están desarrollando trabajos en ramales secundarios como los de Elcano (Colegiales, Chacarita y Belgrano), Argerich (Floresta, Villa del Parque y Santa Rita), Martí II y Zuviría (Flores, Parque Avellaneda y Villa Lugano), así como en los ramales Zelarrayán y Dellepiane Norte (Villa Soldati y Villa Lugano), Larralde y Ciudad de la Paz, junto con mejoras en la eficiencia del arroyo Medrano (Núñez, Saavedra y Coghlan).

Además, en el corto plazo está previsto el inicio de nuevas obras en los ramales Castañón (Villa Soldati) y Vuelta de Rocha (La Boca), lo que reafirma el compromiso del Gobierno de la Ciudad con una política pública de infraestructura resiliente, pensada para anticiparse a los desafíos del futuro climático.

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