La Ciudad Autónoma de Buenos Aires continúa con su incansable tarea de preservar el patrimonio cultural y artístico de sus barrios más emblemáticos. En esta oportunidad, el foco de las intervenciones se ha centrado en el famoso paseo de Caminito, ubicado en el barrio de La Boca, un lugar de gran significancia tanto para los residentes porteños como para los miles de turistas que lo visitan cada año. A través de una serie de mejoras implementadas por las autoridades locales, se busca proteger las icónicas esculturas y los coloridos murales que adornan este histórico paseo, considerado un auténtico museo a cielo abierto.
Intervenciones para la conservación y protección del patrimonio
Las medidas adoptadas apuntan a la conservación del patrimonio artístico, pero también a la mejora de la seguridad y la circulación de los visitantes en una de las áreas más transitadas de la ciudad. Las reformas fueron impulsadas por la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano en colaboración con el Museo Benito Quinquela Martín, un actor clave en la conservación de la identidad visual de la zona. Estas acciones no solo se enfocan en resguardar las obras, sino también en optimizar el flujo de personas que recorren el paseo, evitando que el elevado número de turistas cause daño a las esculturas y murales.
El impacto del turismo en la zona se ha incrementado considerablemente en los últimos años, especialmente tras la pandemia, lo que ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de tomar medidas preventivas. Según los especialistas, la afluencia de personas en la calle-museo más visitada de Buenos Aires es cada vez mayor, y las intervenciones realizadas buscan justamente frenar el deterioro de las obras, garantizando que puedan seguir siendo disfrutadas por generaciones futuras.
En este sentido, la intervención en Caminito incluye, entre otras acciones, la delimitación de las obras mediante señalización específica, así como la pintura del suelo con colores vibrantes que evocan la estética única del lugar. Esta pintura, además de contribuir al embellecimiento del espacio, también funciona como una barrera visual que facilita la circulación de los turistas sin interferir con el acceso a las obras de arte. Los nuevos elementos de señalización y pintura también ayudan a mantener una distancia prudente entre las personas y las obras, preservando su integridad sin obstruir el libre tránsito.
La participación del gobierno local y el Museo Benito Quinquela Martín
César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad de Buenos Aires, expresó en un comunicado oficial: “La Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad finalizó el pintado de la explanada adoquinada en el acceso principal a Caminito, ubicado lindante a la Vuelta de Rocha”. Torres destacó que estas intervenciones se han llevado a cabo en colaboración con el Museo Benito Quinquela Martín, el cual ha jugado un papel crucial en la preservación del patrimonio cultural de La Boca. En este sentido, el secretario subrayó que “la Ciudad trabaja de la mano del Museo para conservar nuestro patrimonio en las mejores condiciones posibles, y para garantizar que estos espacios sigan siendo disfrutados por todos”.
Por su parte, Víctor Fernández, director del Museo Quinquela Martín, destacó la importancia simbólica de las reformas. Fernández explicó que la pintura de los adoquines, siguiendo los lineamientos establecidos por el propio Quinquela Martín para dar color a las calles de La Boca, busca preservar la esencia misma del lugar. “Sabemos que Quinquela Martín hizo algunas pruebas para colorear las calles, pero nunca llegó a concretar ese proyecto. Por eso, aludimos a esa iniciativa de color y pintamos los adoquines en las zonas perimetrales a las obras con tonos que evocan los colores de los muros de Caminito”, explicó Fernández, resaltando la profunda conexión entre el arte y la identidad barrial.
Además, el director del Museo subrayó que el flujo turístico ha alcanzado cifras históricas en los últimos años, lo que ha incrementado la necesidad de tomar medidas preventivas para proteger las obras y mejorar la experiencia de los visitantes. “La cantidad de turistas que hemos venido recibiendo es realmente muy numerosa, por eso era fundamental implementar acciones para asegurar que las personas puedan disfrutar de las obras de arte sin poner en riesgo su integridad”, agregó Fernández.
Protección de las esculturas: medidas concretas
Como parte de la intervención, se han colocado estructuras de enrejado bajo en los pedestales de siete de las 15 esculturas que adornan el paseo, con el fin de evitar que las personas suban a las obras y las dañen. Estas barreras son especialmente importantes en un lugar tan concurrido, donde el riesgo de que los visitantes interactúen de manera inapropiada con las esculturas es elevado. Entre las esculturas que recibieron esta protección se encuentran Sembrador espiritual de Antonio Sassone, La Madre de J. B. Leone, La Raza de J. De Luca, Elevando Anclas de Julio César Vergottini, y Esperando la barca de Roberto Capurro, entre otras piezas emblemáticas.
Asimismo, en los murales que adornan la calle, se han implementado intervenciones cromáticas en el piso que delimitan las áreas de las obras. Un ejemplo de ello es el Monumento al bombero voluntario de Ernesto Scaglia, La canción de Julio Vergottini y La sirga de Julio Vergottini, cuyas zonas circundantes ahora están claramente marcadas para garantizar que los turistas puedan disfrutar de las obras sin riesgo de dañarlas accidentalmente.
Estas intervenciones, realizadas por la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres, que depende de la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, son parte de un esfuerzo integral para proteger no solo las esculturas y murales de Caminito, sino también otros monumentos y estructuras emblemáticas de la Ciudad de Buenos Aires. Entre estos, se destacan las medidas implementadas para la protección del Obelisco, que incluyen la fabricación e instalación de paños de reja y otras iniciativas preventivas.
Cuidado preventivo del patrimonio: un trabajo continuo
En el marco de estas reformas, el Museo Benito Quinquela Martín sigue colaborando estrechamente con la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, asegurando la correcta conservación de las esculturas y murales. Víctor Fernández hizo hincapié en que, si bien en términos generales los turistas son conscientes de la importancia de cuidar el patrimonio, y no se han registrado actos de vandalismo de importancia en el pasado, es fundamental tomar medidas preventivas para asegurar que las obras sigan siendo respetadas y protegidas. “La gente, en general, respeta las obras y el patrimonio, pero ante el creciente número de visitantes, era necesario implementar medidas preventivas para seguir garantizando el cuidado del patrimonio artístico”, comentó Fernández.
En las próximas etapas de este proyecto, se continuará trabajando en la mejora del acceso al paseo y en la protección de otras piezas del patrimonio artístico de La Boca, buscando siempre mantener la esencia de Caminito como uno de los principales atractivos turísticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así, la Ciudad sigue demostrando su compromiso con la conservación del patrimonio cultural, protegiendo sus espacios más emblemáticos y asegurando que el legado artístico de Caminito continúe siendo disfrutado por todos.