El Observatorio de la Torre de los Ingleses en Retiro ha reabierto sus puertas al público luego de una serie de trabajos de restauración y modernización llevados a cabo por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La histórica torre, también conocida en sus inicios como Torre Británica o Torre del Tiempo, ha sido un ícono arquitectónico de la ciudad desde su inauguración en 1916, y ahora vuelve a ofrecer una vista privilegiada del paisaje urbano porteño.

El Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien subió al sexto piso del emblemático edificio para celebrar la reapertura, destacó: “Buenos Aires tiene una oferta increíble de actividades recreativas y su identidad cultural nos da orgullo, nos define. Por eso, nos comprometimos a recuperar la Torre Monumental. Estas obras eran fundamentales para poder reabrirla”. Durante su visita, estuvo acompañado por su pareja, la comunicadora María Belén Ludueña, y Pedro Aparicio, director del área de Patrimonio, Museos y Casco Histórico, quienes participaron en la inauguración simbólica del mirador.

La Torre de los Ingleses, de 60 metros de altura y siete niveles, fue un obsequio de la comunidad británica en conmemoración del Centenario de la Revolución de Mayo. Su diseño fue encargado al arquitecto Ambrose Macdonald Poynter y la estructura combina ladrillos rojos con detalles en piedra tallada, siendo un reflejo de la evolución arquitectónica de la capital. La torre se ubica en el corazón de la Plaza Fuerza Aérea Argentina, en el barrio de Retiro, una de las zonas más icónicas de la ciudad.

Con el paso de los años, la Torre de los Ingleses desempeñó un papel importante como punto de referencia para quienes llegaban a la ciudad, especialmente por su proximidad a las estaciones ferroviarias de Retiro, al antiguo puerto y al histórico alojamiento de inmigrantes. No obstante, con el paso del tiempo y debido a la falta de mantenimiento, algunos de sus mecanismos, como el reloj monumental y el elevador, dejaron de funcionar, lo que llevó a la necesidad de realizar las reformas estructurales que ahora la han renovado y devuelto a su esplendor original.

Las obras de restauración realizadas por el gobierno porteño incluyeron, entre otros trabajos, la reparación del reloj y el elevador, ambos fuera de servicio durante un largo período. También se efectuaron renovaciones estructurales y una modernización integral de la instalación eléctrica, asegurando que la torre pueda seguir siendo una pieza fundamental del patrimonio porteño por muchos años más.

La restauración no solo ha permitido devolverle la funcionalidad a la torre, sino que también ha renovado el acceso al mirador, ubicado en el sexto piso, a una altura de 40 metros. Desde allí, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas excepcionales de la ciudad, abarcando puntos icónicos como la Plaza San Martín, la famosa torre Kavanagh, el Hotel Sheraton, la Reserva Ecológica, el Río de la Plata, el área portuaria de Puerto Nuevo y las terminales ferroviarias de Retiro, entre otros lugares de interés.

El reloj de la Torre de los Ingleses, instalado en el séptimo nivel, es uno de sus elementos más distintivos. Este reloj, que también le dio el nombre de Torre del Tiempo, está compuesto por cuatro esferas de opalina de 4,40 metros de diámetro cada una y un péndulo de más de 4 metros de longitud, que pesa alrededor de 100 kilogramos. El mecanismo fue fabricado en 1914 por la firma Gillett & Johnston de Croydon, Inglaterra, y es una réplica a escala reducida del famoso Big Ben de Londres, lo que aumenta su valor histórico y simbólico.

La reapertura del observatorio no solo marca un hito en la preservación del patrimonio cultural de la ciudad, sino que también ofrece a los porteños y turistas la oportunidad de disfrutar de un lugar emblemático desde el cual observar Buenos Aires desde las alturas. El acceso al mirador está habilitado todos los días, con horarios de lunes a viernes de 10 a 15 horas y los fines de semana y feriados de 10 a 18 horas. El valor de la entrada es de $750 para residentes nacionales y $4.500 para turistas internacionales. No obstante, se ofrece entrada gratuita para jubilados, estudiantes universitarios, personas con discapacidad, menores de 12 años y grupos escolares de instituciones públicas. Además, los miércoles, la entrada es gratuita para todos los visitantes.

Con la restauración de la Torre de los Ingleses, la Ciudad de Buenos Aires continúa su compromiso con la preservación del patrimonio histórico, a la vez que amplía su oferta de actividades recreativas y culturales para todos los habitantes y visitantes. Este tipo de intervenciones no solo revitalizan espacios históricos, sino que también contribuyen a la promoción del turismo y la valoración de la identidad cultural de la ciudad.

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