En la mañana del martes, un incidente inesperado sorprendió a los vecinos del barrio de Villa del Parque. El frente de la panadería San José, ubicada sobre la Avenida Álvarez Jonte, a pocos metros de su intersección con Avenida Nazca, fue derrumbado tras el colapso del techo de la marquesina. Afortunadamente, el accidente no dejó víctimas que lamentar, aunque los daños materiales fueron considerables.
El ruido del colapso se escuchó a las 7:15 de la mañana, cuando una vecina que reside en el edificio contiguo al local, Natacha, relató que “escuché un ruido tremendo, como una explosión muy fuerte, y luego un silencio absoluto”. Según su testimonio, al bajar a la calle se encontró con el techo caído sobre la vereda, cubriendo casi todo el espacio frente a la panadería. Natacha también recordó que, en la jornada anterior, ya se había dado una advertencia del accidente cuando la marquesina que exhibía el nombre del local, “Panadería San José”, se desplomó parcialmente.
Tras el incidente, el servicio de emergencias de la Ciudad de Buenos Aires actuó de manera rápida y efectiva. Personal de la policía de la Ciudad procedió a vallado el área afectada, bloqueando el paso de vehículos sobre Álvarez Jonte, lo que provocó que el tráfico en la zona se viera interrumpido durante algunas horas. Mientras tanto, los bomberos y los operativos de la línea 103 de Emergencias llegaron al lugar para evaluar la situación y tomar las medidas necesarias para evitar que otros elementos de la estructura pudieran caer.
El incidente ocurrió en una zona muy transitada del barrio, cerca de una parada de colectivos donde circulan las líneas 109 y 135. Esto hizo que la situación pudiera haber sido aún más grave si hubiera ocurrido en otro momento del día, dado que durante las horas pico, esta esquina es una de las más concurridas por los vecinos. Sin embargo, la suerte estuvo de parte de los residentes de la zona, ya que el colapso ocurrió en una hora temprana, cuando la circulación de peatones era escasa.
La panadería San José tiene una larga trayectoria en el barrio. Con décadas de historia, fue durante años un referente para los vecinos que compraban sus panes, facturas y otros productos de panadería de forma habitual. No obstante, el local estuvo cerrado por varios años, y hace apenas unos meses reabrió sus puertas tras un cambio de propietarios. En sus primeros días de actividad, la panadería parecía haber recuperado el ritmo que caracterizaba a su clientela fiel, que había esperado su reapertura durante tanto tiempo.
El futuro de la panadería, sin embargo, aún es incierto. Aunque no hubo heridos, la estructura del local se vio afectada por el colapso de la marquesina, por lo que las autoridades deberán evaluar si el edificio se encuentra en condiciones para seguir operando. El estado de la propiedad por dentro será revisado en los próximos días, lo que determinará si el negocio podrá continuar con sus actividades o si será necesario realizar reparaciones extensas.
El hecho, que sorprendió tanto a los residentes como a los trabajadores de la zona, ha dejado en evidencia la necesidad de mantener los edificios y locales comerciales en buenas condiciones estructurales, especialmente en áreas con alta densidad de tránsito peatonal y vehicular. También subraya la importancia de la prevención y de contar con los protocolos adecuados para responder rápidamente ante este tipo de emergencias.
Por ahora, la comunidad de Villa del Parque se mantiene atenta a las decisiones que se tomen sobre la panadería, un comercio que no solo ha sido un punto de venta, sino un ícono del barrio. Los vecinos y clientes que frecuentaban el establecimiento esperan con expectativa que pronto puedan volver a disfrutar de sus productos, aunque ahora, con la seguridad de que las condiciones del local serán revisadas y puestas en orden antes de la reapertura.