El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llevó adelante este fin de semana un amplio operativo de desalojo que alcanzó a más de mil manteros que ocupaban el Parque Alberdi, en los barrios de Mataderos y Parque Avellaneda. La acción, encabezada por la Policía de la Ciudad, implicó el retiro de cientos de puestos que ofrecían ropa, artículos usados, herramientas, juguetes y productos alimenticios.
El procedimiento se desplegó en zonas consideradas emblemáticas del sur porteño, donde cada fin de semana se concentraba una intensa actividad comercial informal sobre la avenida Lisandro de la Torre y dentro del mencionado parque. Estas ferias ilegales se habían extendido entre las calles José Enrique Rodó, avenida De los Corrales, Directorio y Murguiondo, modificando el paisaje barrial y dificultando tanto la circulación como el acceso de los vecinos a los espacios verdes públicos.
A raíz de los reiterados reclamos vecinales y de los comerciantes formales, el Gobierno porteño decidió intervenir de manera coordinada a través de la Policía de la Ciudad, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, el jefe de Gabinete Gabriel Sánchez Zinny y el ministro de Seguridad Horacio Giménez, según se informó oficialmente.
El operativo se extendió a lo largo de los principales corredores de venta informal, priorizando el accionar sobre quienes ofrecían indumentaria, artículos de segunda mano y herramientas usadas, así como juguetes y alimentos elaborados sin autorización sanitaria.
Desde el Ejecutivo local destacaron que muchos de estos puestos afectaban directamente a los comerciantes habilitados, ya que en las inmediaciones funcionan ferias con autorización municipal. En concreto, en Parque Avellaneda y Parque Alberdi existen dos ferias de manualistas registradas: la primera cuenta con 92 stands activos los sábados, domingos y feriados; mientras que la segunda reúne 170 puestos los domingos y días festivos. A su vez, la Feria Itinerante de Abastecimiento Barrial (FIAB) Nº10 opera formalmente sobre la calle Basualdo al 800.
Los trabajadores de estos espacios, inscriptos y sujetos a controles sanitarios e impositivos, habían manifestado su preocupación por el crecimiento de la venta ilegal en veredas y plazas, situación que –según fuentes oficiales– motivó la intervención.
En este contexto, las autoridades locales afirmaron que la medida forma parte de una política de recuperación del espacio público y de fortalecimiento de la legalidad en la actividad comercial. Según los datos oficiales, en este último procedimiento fueron retirados alrededor de mil vendedores informales, sumándose al total de más de 17.000 desalojados en distintas zonas de la Ciudad desde el inicio de la gestión actual.
El jefe de Gobierno, Jorge Macri, compartió un mensaje en sus redes sociales:
“Asumí un compromiso claro con los porteños y lo estoy cumpliendo: seguimos recuperando el orden en la Ciudad. El espacio público no se negocia, pertenece a los vecinos. La usurpación genera inseguridad, suciedad y competencia desleal. Cuando hay decisión política, cada zona que se libera no vuelve a ser tomada”, expresó el mandatario.
Más adelante, Macri reafirmó su postura:
“El espacio público volvió a ser de los vecinos. En la Ciudad, el orden no se negocia”.
Desde la administración porteña detallaron que operativos similares se desarrollaron en otros puntos estratégicos como Once, Plaza Constitución, Parque Centenario, Parque Patricios, Chacarita, Liniers, Flores, Parque Saavedra y en los alrededores de la estación de trenes de Once, alcanzando a más de 1,6 millón de vecinos y comerciantes.
Además, el Gobierno informó que en el marco de estas acciones se recuperaron y devolvieron a sus propietarios unos 470 inmuebles que se encontraban ocupados de forma irregular. También se desmantelaron asentamientos informales en zonas como Aeroparque Jorge Newbery, Plaza Lavalle, el Congreso de la Nación y la feria ilegal de la calle Perette, en Retiro, consolidando así el proceso de ordenamiento urbano y restitución del espacio público.
