Villa Crespo: estudiantes impulsan un proyecto para reemplazar plátanos y reducir alergias.

Un grupo de estudiantes de Villa Crespo presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley innovador denominado “Respirar sin Alergia”, cuyo objetivo es reemplazar de manera progresiva los plátanos del arbolado urbano por especies nativas o de bajo índice alergénico.

La propuesta nació a partir de un trabajo escolar y se enmarca en el programa “La Legislatura y la Escuela”, con la intención de abrir el debate sobre cómo planificar un arbolado público más inclusivo, saludable y sustentable.


Los plátanos en la Ciudad: sombra y problemas de salud

De acuerdo con distintos censos oficiales, en Buenos Aires existen entre 36.000 y 70.000 plátanos, lo que representa alrededor del 15% del arbolado urbano.
Si bien estos árboles brindan sombra y forman parte del paisaje de avenidas icónicas, su polen y las fibras que liberan en primavera y otoño generan alergias respiratorias y oculares, que afectan con mayor intensidad a niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias crónicas.


Detalles del proyecto

El texto establece que la sustitución de ejemplares deberá concretarse en un plazo máximo de diez años, con un avance anual no inferior al 10% de los árboles priorizados.
El plan piloto comenzaría en la Comuna 15 —donde se encuentra la escuela impulsora, el colegio Regina Virginum de Adoratrices— y luego se extendería al resto de los barrios porteños.

Se priorizarán los reemplazos en un radio de 200 metros alrededor de escuelas, hospitales, centros de salud y residencias geriátricas, es decir, en entornos donde viven o transitan personas con mayor vulnerabilidad sanitaria.


Voces de los estudiantes

“El plátano es un árbol muy característico en la Ciudad, pero hoy sabemos que afecta la calidad de vida de miles de vecinos. Queremos que el arbolado sea fuente de bienestar y no de enfermedad”, expresaron los alumnos al defender su propuesta.

El reemplazo se realizaría con árboles nativos o adaptados al ambiente urbano, de rápido crecimiento y con mínimo potencial alergénico. Para ello, la autoridad de aplicación deberá elaborar un listado oficial de especies autorizadas, promoviendo la biodiversidad y el equilibrio ecológico.


Participación ciudadana y dimensión educativa

Uno de los aspectos más innovadores es la incorporación de la participación vecinal en el proceso. El proyecto propone que el Gobierno de la Ciudad organice jornadas comunitarias de plantación y cuidado, además de campañas de concientización y actividades en escuelas.

Los docentes que acompañaron la iniciativa destacaron este enfoque pedagógico: “Los chicos no solo aprendieron sobre ambiente y salud, también comprendieron cómo se elaboran las leyes y de qué manera la ciudadanía puede transformar la realidad”.


Fundamentos legales y ambientales

En los fundamentos, los estudiantes recuerdan que la Constitución de la Ciudad garantiza en su artículo 26 el derecho a un ambiente sano y en el artículo 20 el derecho a la salud integral.
Por ello, sostienen que el Estado debe actuar cuando una especie arbórea provoca afecciones en la población.

Finalmente, remarcan que el propósito no es “eliminar árboles”, sino sustituirlos por ejemplares que continúen brindando sombra, promuevan la biodiversidad y, a la vez, no perjudiquen la salud.

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