Una jornada poco común se vivirá este sábado 23 de agosto en la Línea D del subte porteño, cuando entre en funcionamiento el primer “vagón literario”, una propuesta que busca reconvertir el habitual trayecto subterráneo en una experiencia de inmersión cultural. Esta iniciativa es organizada por Subterráneos de Buenos Aires S.E. (SBASE) en colaboración con la reconocida booktuber Cecilia Bona, y apunta a fomentar la lectura en un contexto colectivo e innovador.
Un recorrido distinto, con libros como protagonistas
La actividad comenzará a las 15 horas, con partida desde la estación Catedral. Allí, quienes participen podrán ingresar a un vagón especialmente acondicionado para la ocasión, donde se fomentará la lectura libre y el intercambio de libros entre pasajeros. Ya sea leyendo su propio ejemplar, descubriendo nuevas obras o dialogando con otros usuarios, el viaje en dirección a Congreso de Tucumán se convertirá en una oportunidad única para conectar a través de las letras.
Al llegar a la terminal, se desarrollará una actividad participativa, coordinada por la propia Bona, en la que los asistentes podrán intercambiar impresiones sobre lo leído, sugerir autores y relatar experiencias personales relacionadas con el mundo de los libros. El vagón, además, incluirá ambientación visual y mensajes que inviten a la reflexión sobre el rol de la lectura en la vida cotidiana.
Libros liberados para todos los pasajeros
Uno de los aspectos más atractivos del evento será la “suelta de libros”, una acción que consiste en dejar ejemplares disponibles para que los pasajeros los encuentren, los lean y se los lleven sin obligación de devolverlos. Estos títulos estarán distribuidos estratégicamente en andenes, escaleras, molinetes y hasta en los asientos del subte.
La selección incluye obras de autores reconocidos como Mario Vargas Llosa, José Saramago, Virginia Woolf, Julio Verne, Agatha Christie, Alfonsina Storni, Mario Benedetti y J. M. Coetzee, entre muchos otros. La acción cuenta con el apoyo de la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo cual refuerza su carácter institucional y su acceso libre para toda la comunidad.
Cultura sobre rieles: una apuesta a transformar el transporte
Durante la presentación del proyecto, el presidente de SBASE, Javier Ibañez, expresó:
“Nuestra intención es que el subte deje de ser solo un medio de traslado y se convierta también en un lugar de encuentro cultural. Muchas personas leen durante sus recorridos diarios, y esta propuesta busca fortalecer ese hábito, promoviendo la interacción y el sentido de pertenencia entre los usuarios”.
Este tipo de acciones forma parte de una estrategia más amplia por parte del gobierno porteño, que pretende resignificar espacios públicos como plataformas para el arte y la educación. Ya no se trata únicamente de desplazarse de un punto a otro, sino de vivir una experiencia más enriquecedora mientras se transita la ciudad.
Homenaje a Borges y un contexto de celebración literaria
La iniciativa se enmarca dentro del ciclo Jornadas Borges, un conjunto de actividades culturales en conmemoración del natalicio de Jorge Luis Borges, una de las figuras más destacadas de la literatura argentina. El programa incluye visitas guiadas, talleres de escritura creativa, cine-debates, lecturas colectivas, recitales de poesía y la entrega del tradicional Premio Joven Lector, orientado a promover el acercamiento de las nuevas generaciones al universo de la literatura.
De esta manera, el “vagón de lectores” se inscribe como una acción clave dentro de una política cultural más amplia, que busca acercar la palabra escrita a la vida diaria de los ciudadanos y recuperar el valor del libro como instrumento de cohesión social.
Tecnología al servicio del acceso a la lectura
Además del material físico distribuido durante la jornada, los usuarios podrán acceder a más de 200 títulos digitales gratuitos mediante las bibliotecas virtuales instaladas en distintas estaciones del subte, como Catedral, Congreso de Tucumán y la Galería Obelisco Norte. Esta alternativa permite descargar libros a través de códigos QR, lo cual democratiza el acceso a obras literarias sin necesidad de conexión permanente a internet o dispositivos costosos.
Este servicio complementario refleja una visión inclusiva y actualizada de la lectura, donde lo digital y lo analógico conviven para facilitar el acceso a la cultura desde múltiples formatos.
Leer en movimiento: entre lo íntimo y lo colectivo
Leer durante un viaje en transporte público es, para muchos, una rutina casi sagrada. En medio del bullicio y el tránsito, el libro se convierte en un refugio silencioso, un mundo aparte. Esta experiencia íntima, sin embargo, también puede ser compartida. De allí que el “vagón literario” proponga romper con la idea de lectura como acto solitario y la resignifique como puente entre desconocidos.
La especialista en innovación educativa Silvana Cataldo lo sintetiza así:
“Leer en tránsito no es llenar un espacio vacío, sino otorgarle significado. Es transformar el movimiento físico en un viaje interior, que a la vez puede ser colectivo si se crea un contexto adecuado para ello”.
¿Leer en el subte es solo una moda?
Recientemente, el hábito de leer en el transporte público fue motivo de debate en redes sociales. Algunas voces lo consideran un gesto pretencioso o “performático”, mientras que otros lo defienden como una práctica profundamente arraigada y necesaria en tiempos de hiperconectividad. En cualquier caso, este tipo de acciones como el “vagón literario” buscan precisamente desmitificar esa percepción y fomentar una lectura libre de prejuicios, accesible y naturalizada en los entornos urbanos.
Una invitación abierta a toda la comunidad
La actividad del “vagón de lectores” está abierta a todo el público y no requiere inscripción previa. Solo se necesita traer un libro —propio o para donar— y ganas de participar. No hay restricciones de edad ni de conocimientos previos: se trata de un espacio inclusivo, pensado para que cualquiera pueda sumarse y disfrutar de un momento de conexión cultural.
Con propuestas como esta, la Ciudad de Buenos Aires intenta consolidar una política que articule cultura, transporte y comunidad. El subte, ese espacio anónimo y rutinario, se convierte por unas horas en una biblioteca sobre ruedas, en un ámbito donde la literatura baja al llano y se mezcla con la vida cotidiana.
Dos pasiones porteñas que se encuentran
Viajar en subte y leer son dos hábitos profundamente arraigados en la cultura porteña. No es extraño ver, en plena hora pico, a alguien inmerso en las páginas de un libro mientras el vagón vibra y los anuncios suenan de fondo. El “vagón literario” celebra precisamente ese cruce de caminos: transforma el traslado en una pausa para el alma, y propone redescubrir la ciudad desde la mirada de un lector.