La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no solo destaca por su riqueza cultural, su vibrante vida urbana y su diversidad arquitectónica, sino que también se ha consolidado como uno de los destinos más elegidos por parejas extranjeras que desean formalizar su unión matrimonial durante su estadía en la Argentina. Este fenómeno, que viene en crecimiento sostenido en los últimos años, ha posicionado a la capital argentina como un epicentro romántico y legalmente accesible para el casamiento de visitantes provenientes de distintos rincones del planeta.
Según datos oficiales proporcionados por el Registro Civil porteño, se celebra un promedio de cuatro matrimonios por semana entre personas que no residen habitualmente en el país. Esta cifra representa alrededor de 180 casamientos anuales. En lo que va del año 2024, ya se han registrado 92 uniones de turistas, lo que indica que la tendencia continúa vigente y podría incluso superar los registros del año anterior. Esta modalidad, que permite a personas extranjeras casarse en la ciudad, se encuentra habilitada desde hace varios años y es considerada una alternativa ágil, moderna y eficiente para quienes desean dar un paso significativo en su relación sentimental durante una visita a Buenos Aires.
César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano del Gobierno porteño, manifestó que las estadísticas reflejan una tendencia sostenida. “Todo indica que este año vamos a alcanzar o superar las cifras de 2023, cuando se registraron 181 matrimonios de turistas”, aseguró. A su vez, destacó que esta posibilidad está disponible exclusivamente para mayores de 18 años que puedan demostrar, mediante documentación válida, que poseen un domicilio temporario en la Ciudad de Buenos Aires durante su estadía.
El procedimiento para acceder a este beneficio resulta bastante sencillo. Las parejas interesadas deben completar los formularios correspondientes a la declaración jurada matrimonial, los cuales se encuentran disponibles para su descarga en el sitio web del Gobierno de la Ciudad. Asimismo, con el objetivo de facilitar el proceso para quienes aún no han arribado al país, el trámite puede ser iniciado por correo electrónico desde el exterior. De este modo, los novios pueden comenzar a organizar su boda incluso antes de aterrizar en suelo argentino.
La ceremonia se lleva a cabo en la sede central del Registro Civil, ubicada en la calle Uruguay 753, en pleno centro porteño. Este edificio, además de ser funcional y accesible, ofrece un entorno institucional adecuado para llevar adelante una celebración formal y memorable. El marco legal vigente habilita a las parejas extranjeras a casarse durante su paso por la ciudad, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos básicos que aseguran la validez del trámite.
Entre los documentos exigidos se encuentran:
– El formulario de declaración jurada matrimonial, que debe ser completado previamente por ambas partes.
– El pasaporte de cada contrayente, considerado el documento identificatorio válido para ciudadanos extranjeros.
– La presencia de dos testigos mayores de edad (18 años o más), quienes deben contar con Documento Nacional de Identidad argentino vigente y residir en el país.
– Un acta notarial extendida por un escribano público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que certifique el domicilio temporario de los contrayentes y el período de su estadía.
Este procedimiento ha atraído a una gran cantidad de parejas del exterior, no solo por su facilidad operativa, sino también por el valor simbólico y emocional que representa casarse en una ciudad cosmopolita y vibrante como Buenos Aires. En muchos casos, estas bodas se convierten en parte central de un viaje inolvidable, en el que se entrelazan turismo, cultura y amor.
Una particularidad destacada es el elevado porcentaje de bodas igualitarias que se celebran bajo esta modalidad. Más del 50% de los matrimonios de turistas registrados en 2023 y lo que va de 2024 corresponden a parejas del mismo sexo. Esta tendencia obedece, en gran medida, a que muchos de estos visitantes provienen de países en los cuales el matrimonio entre personas del mismo género aún no está legalmente permitido. En ese sentido, la ley argentina, que desde el año 2010 reconoce y garantiza el derecho al matrimonio igualitario —siendo pionera en América Latina—, convierte a Buenos Aires en un refugio y una oportunidad única para estas uniones.
La capital argentina, reconocida por su hospitalidad, se ha convertido en un símbolo de apertura, diversidad e inclusión. No solo abre sus puertas a visitantes de todas las procedencias, sino que también les ofrece un marco legal y administrativo confiable para formalizar su relación. En muchos casos, estas bodas también incluyen ceremonias simbólicas, celebraciones con familiares y amigos, e incluso sesiones fotográficas en lugares icónicos de la ciudad como el Obelisco, el barrio de San Telmo o los jardines de Palermo.
En cuanto a la procedencia de los contrayentes, las parejas que mayormente eligen Buenos Aires para casarse provienen de países vecinos como Perú y Chile. Sin embargo, también se han registrado uniones de visitantes de Brasil, Colombia, México, Estados Unidos, España, Alemania y otros países europeos. Esta variedad refleja no solo la popularidad del destino, sino también el alcance internacional de esta alternativa legal.
Además, la Ciudad ha sabido generar políticas activas que promueven el turismo de bodas, integrando este tipo de ceremonias dentro de una estrategia más amplia que incluye el turismo cultural, gastronómico y de bienestar. Los paquetes turísticos diseñados especialmente para bodas extranjeras suelen incluir servicios como organización de eventos, hospedaje, trámites legales, estilistas, fotógrafos profesionales y recorridos personalizados por la ciudad.
De esta manera, Buenos Aires se posiciona no solo como un atractivo turístico de primer nivel, sino también como un destino de referencia para quienes desean celebrar el amor en un entorno abierto, moderno y lleno de historia. Con cada nueva pareja que decide casarse en suelo porteño, la ciudad reafirma su compromiso con la igualdad, la inclusión y la celebración de la diversidad.