A partir del próximo 1° de octubre, el valor del pasaje en el subte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se incrementará a $757, lo que representa una suba del 16,46% respecto a la tarifa vigente. Esta modificación también afectará al premetro, que pasará a costar $264,95. La medida alcanzará tanto a quienes cuenten con la Tarjeta SUBE registrada como a aquellos que aún no la hayan vinculado a su nombre, aunque en este último caso se aplicará una tarifa más elevada.
Este ajuste forma parte de un proceso gradual de actualización de tarifas impulsado por el Gobierno porteño, que busca reducir el nivel de subsidios estatales destinados al sistema de transporte público y acercar los precios al costo real de operación. Desde principios de 2024, las tarifas del subte han experimentado un aumento acumulado del 589%, situándose por encima de los índices de inflación relevados en el mismo período.
Inicialmente, este nuevo cuadro tarifario estaba programado para implementarse durante el mes de agosto. Sin embargo, su entrada en vigor fue pospuesta por razones técnicas, vinculadas a la modernización del sistema de validación de pasajes, el cual incorporó recientemente nuevas herramientas tecnológicas para el cobro y control, incluyendo validadores automáticos compatibles con la SUBE.
Detalle de las tarifas desde octubre: descuentos por cantidad de viajes
A partir del nuevo esquema tarifario, los pasajeros que posean su Tarjeta SUBE registrada accederán a una escala de descuentos según la cantidad de viajes mensuales realizados, tal como sigue:
- De 1 a 20 viajes: $757,00 por boleto
- De 21 a 30 viajes: $605,60 (20% de descuento)
- De 31 a 40 viajes: $529,90 (30% de descuento)
- A partir del viaje 41: $454,20 (40% de descuento)
En cuanto al premetro, el pasaje costará $264,95 con SUBE nominalizada, mientras que quienes no hayan registrado su tarjeta deberán abonar $300,67, representando un sobrecargo importante.
Por otro lado, para aquellos pasajeros que aún no hayan realizado el registro obligatorio de su tarjeta SUBE —una condición que permite acceder a los beneficios de tarifa social y descuentos por uso frecuente—, el valor del boleto se elevará a $859,07 en el caso del subte. Esta diferenciación responde a las políticas de segmentación implementadas desde el Estado nacional y las jurisdicciones locales para priorizar el acceso subsidiado a quienes más lo necesitan.
Comparativa anual: subas por encima de la inflación
Desde abril de 2024, el precio del boleto de subte se ha incrementado un 359%, con subas sucesivas aplicadas en distintos tramos. Aunque este proceso ha sido escalonado, el impacto acumulado en el bolsillo de los usuarios ha sido significativo, sobre todo en un contexto donde el poder adquisitivo se ha visto afectado por la aceleración inflacionaria, la devaluación del peso y el estancamiento salarial.
Estas medidas se inscriben dentro de un plan más amplio que busca disminuir progresivamente los subsidios estatales al transporte, permitiendo que el sistema se autofinancie en mayor medida a través de las tarifas. No obstante, el ajuste ha generado críticas desde diversos sectores sociales, especialmente aquellos vinculados a la defensa del derecho al transporte público como servicio esencial.
Beneficios vigentes: tarifa social, boleto estudiantil y gratuidad
Pese al aumento, se mantienen los beneficios sociales que garantizan el acceso a sectores vulnerables. Continuarán vigentes las siguientes exenciones y descuentos:
- Jubilados y pensionados
- Personas con discapacidad
- Personas trasplantadas o en lista de espera
- Estudiantes de nivel inicial, primario y secundario (boleto estudiantil gratuito)
Estas franjas seguirán contando con acceso gratuito al subte y premetro, mediante la acreditación correspondiente.
Caída en la cantidad de pasajeros y cambios en la movilidad urbana
El contexto económico actual, sumado al aumento constante de tarifas, ha producido una disminución sostenida en el número de usuarios del transporte público en la Ciudad. Diversos informes revelan una baja gradual en la cantidad de viajes realizados en subte, especialmente en las horas no pico.
Ante este panorama, muchos ciudadanos han optado por alternativas de menor costo, como la bicicleta, el monopatín eléctrico o el uso compartido de automóviles y motos. Esta tendencia también ha sido favorecida por políticas públicas que fomentan la movilidad sustentable, como la ampliación de la red de ciclovías, la implementación de estacionamientos seguros para bicis y la promoción de aplicaciones de movilidad colaborativa.
La combinación de factores económicos y nuevas costumbres de desplazamiento ha transformado el mapa del transporte urbano en Buenos Aires. Mientras la tarifa del subte crece, el desafío del Gobierno es evitar una mayor caída en la cantidad de usuarios, ya que una red de transporte subutilizada puede tornarse insostenible desde el punto de vista económico y ambiental.
Infraestructura, tecnología y modernización del sistema
Frente a este escenario, las autoridades porteñas han redoblado los esfuerzos por modernizar la infraestructura del subte y mejorar la experiencia del usuario. Recientemente se llevaron a cabo obras de renovación de estaciones, mejoras en la ventilación de formaciones, incorporación de iluminación LED, accesos más seguros, mejoras en la señalética y ampliación de espacios de espera.
Además, se avanza con la instalación de nuevos validadores de SUBE, que permiten mejorar los tiempos de acceso y brindar mayor control sobre los ingresos. Esta tecnología también busca reforzar la seguridad del sistema, evitando fraudes o ingresos indebidos.
¿Cómo registrar la Tarjeta SUBE para evitar pagar la tarifa diferencial?
Para no abonar la tarifa más alta, es necesario que los usuarios registren su Tarjeta SUBE a nombre propio. Este trámite es gratuito, rápido y puede realizarse de las siguientes maneras:
- A través del sitio oficial de SUBE
- Mediante la app “Carga SUBE”
- Personalmente en Centros de Atención SUBE o en terminales automáticas
El registro permite no solo acceder a las tarifas más bajas, sino también recuperar el saldo en caso de pérdida o robo de la tarjeta.
Una suba que refleja un cambio estructural en el sistema tarifario
En definitiva, el nuevo aumento que regirá desde octubre se enmarca en una transformación estructural del sistema tarifario del transporte público. La intención declarada del Gobierno de la Ciudad es lograr que la tarifa refleje más fielmente el costo real del servicio, minimizando los subsidios y trasladando parte de la carga al usuario. Sin embargo, este enfoque también genera tensiones, ya que la accesibilidad económica al transporte es clave para garantizar el derecho a la movilidad, especialmente para trabajadores, estudiantes y personas mayores.
En paralelo, se buscará sostener el uso del transporte público mediante beneficios por frecuencia, mejoras en la calidad del servicio y campañas de concientización sobre movilidad sustentable.