En una acción coordinada y planificada, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desplegó desde las primeras horas del sábado un operativo destinado a desalojar a los vendedores ambulantes que se instalan regularmente en los alrededores del Parque de los Patricios. Esta medida busca poner fin a la ocupación irregular y la venta no autorizada que se desarrollaba en la zona, generando molestias entre los vecinos y afectando la libre circulación y el orden público.

El jefe de Gobierno, Jorge Macri, fue contundente al expresar que “quienes comercian en el espacio público deben hacerlo respetando lo que establece la ley”, subrayando la necesidad de regularizar estas actividades para garantizar la convivencia y el respeto por las normativas vigentes. La intervención contó con la participación de diversos organismos oficiales, entre ellos la Dirección General de Fiscalización, la Policía de la Ciudad y la Agencia Gubernamental de Control, trabajando de manera conjunta para lograr los objetivos planteados.

Desde las cinco de la mañana, un total de 80 agentes policiales, integrados por efectivos de las unidades de Orden Urbano e Investigaciones, acompañados por una brigada de bomberos y los inspectores del Ministerio de Espacio Público, iniciaron las tareas para evitar que los vendedores ambulantes se asienten nuevamente en el Parque de los Patricios. Para despejar el área, se utilizaron equipos técnicos especializados, dos camiones equipados con grúas hidráulicas, y un equipo de limpieza que se encargó de restablecer la higiene y el orden en el lugar.

El Gobierno de la Ciudad manifestó preocupación por la cantidad de manteros que llegaron a instalarse en la zona: “En algunos momentos llegaron a haber 2.500 vendedores ambulantes, una cifra alarmante que generaba gran incomodidad entre los vecinos y dificultaba el normal tránsito peatonal y vehicular”, declararon las autoridades. Esta situación evidencia un problema estructural en el control del espacio público y la necesidad de medidas firmes para garantizar su correcto uso.

La organización del espacio público es una prioridad para la administración porteña, que busca promover un entorno seguro y ordenado para todos los habitantes y visitantes. En ese sentido, Jorge Macri destacó que “este fenómeno de los manteros comenzó como algo ocasional, pero con el tiempo se consolidó una estructura organizada y muy fuerte, que impedía el uso adecuado del espacio público”.

Además, enfatizó que “el espacio público no es negociable” y que la intención es mantener y continuar con estas intervenciones en otros puntos de la ciudad donde se repite este tipo de problemática. Como ejemplos de acciones anteriores, mencionó la reorganización de plazas emblemáticas como Plaza de Mayo, Plaza Lavalle, Plaza Congreso, Constitución y Retiro, donde también se realizaron operativos similares para restablecer el orden y la seguridad.

El jefe de Gobierno junto al ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, coincidieron en la importancia de sostener este tipo de operativos en el tiempo para lograr resultados efectivos y duraderos. “Fue un operativo relevante que comenzó a primera hora del sábado, pero es necesario mantener la continuidad para evitar que los vendedores ambulantes regresen y vuelvan a ocupar el espacio”, sostuvo Macri.

Asimismo, el Gobierno porteño recalcó que “quienes realizan actividades comerciales en el espacio público deben ajustarse estrictamente a las normas vigentes. Nuestro compromiso es garantizar la transitabilidad, la libre circulación y el orden, promoviendo una ciudad con igualdad de oportunidades para todos sus habitantes”.

Esta intervención se enmarca dentro de una estrategia más amplia que la administración de la Ciudad viene implementando para combatir las redes de comercio ilegal y ordenar el uso del espacio público. Recientemente, se llevaron a cabo operativos en la calle Perette, en el barrio de Retiro, donde se desmanteló una feria que comercializaba mercadería robada, y también en las veredas próximas a la estación Constitución, donde la venta ambulante no regulada afectaba a los transeúntes.

En Parque Patricios, la presencia de vendedores ambulantes es particularmente notable los fines de semana, especialmente los sábados y domingos, cuando se concentran en el área entre las 9 y las 21 horas. Algunos incluso llegan durante la noche anterior para reservar su lugar, marcando con sus nombres los espacios que ocuparán, una práctica que evidencia la organización y la informalidad que envuelve esta actividad.

El desorden generado por la venta ambulante en la zona impacta directamente en los alrededores del Parque de los Patricios, especialmente en las aceras de las calles Monteagudo y Patagones, donde se encuentran puntos de referencia como la Estación Saludable y el acceso al playón de la estación de la Línea H del subte.

Es frecuente que los vendedores utilicen no solo las veredas, sino también elementos del mobiliario urbano, como la rampa que conduce al ascensor y las barandas que circundan el parque, para exhibir sus productos, obstaculizando el paso y generando reclamos constantes por parte de los vecinos, quienes se ven impedidos de transitar con comodidad.

El abanico de productos que se comercializan es muy variado. Se venden prendas de ropa de primera y segunda mano, calzado deportivo y de vestir, juegos de sábanas, toallas, frazadas y toallones, además de alimentos tales como tortas, sándwiches y empanadas, refrescos de marcas tanto conocidas como menos populares, así como frutas y verduras frescas. También se pueden encontrar artículos de limpieza, herramientas, juguetes y pequeños aparatos electrónicos.

Este panorama evidencia una compleja realidad social y económica que atraviesa la ciudad, donde la informalidad en el comercio se enfrenta con la necesidad de mantener el orden, la higiene y la seguridad para todos los ciudadanos.

En conclusión, el operativo en Parque Patricios representa un paso fundamental en el compromiso del Gobierno de la Ciudad para recuperar y organizar el espacio público, asegurar la libre circulación de los vecinos y comerciantes formales, y combatir la venta ilegal que afecta la convivencia urbana.

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