En el marco de la Semana Internacional de la Seguridad Vial, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires puso en marcha un conjunto de acciones concretas destinadas a reducir la siniestralidad en el espacio urbano. Bajo el lema de la campaña “Mayo Amarillo”, que se implementa por primera vez en el distrito porteño, se presentaron políticas públicas y nuevas normativas dentro del denominado “Plan de Ordenamiento del Tránsito”. El propósito fundamental de estas iniciativas es mejorar la circulación en la vía pública y disminuir el número de incidentes fatales vinculados con el transporte terrestre.

Los datos más recientes disponibles, correspondientes al año 2022, indican que 111 personas fallecieron en 107 accidentes de tránsito en la Ciudad. De ese total, un abrumador 90% eran usuarios vulnerables de la vía: peatones, ciclistas y motociclistas. Además, el 44% de las víctimas fatales tenía entre 15 y 34 años, lo que revela una preocupante concentración de mortalidad vial en la población joven.

Frente a este panorama, el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, presentó las nuevas directrices acompañado por funcionarios de su gabinete y representantes de diversas organizaciones civiles. En el acto realizado en el Mercado de Pulgas del barrio de Colegiales, destacó la importancia de abordar la problemática desde una perspectiva integral. “Los conflictos de tránsito en Buenos Aires son múltiples: hay autopistas que atraviesan la ciudad, avenidas con mucho caudal vehicular, pasos a nivel ferroviarios. Por eso son tan necesarios los viaductos y los túneles, pero también necesitamos cambiar conductas cotidianas y hacer cumplir las normas”, explicó el mandatario.

El Plan de Ordenamiento contempla la incorporación de agentes de tránsito motorizados que tendrán mayor capacidad de maniobra para intervenir en zonas críticas. Esta estrategia busca ser más efectiva que los tradicionales patrullajes a pie. A la vez, se intensificarán los controles en cruces peligrosos, con especial énfasis en los entornos escolares, hospitales, bancos y paradas de transporte público.

También se prevé una fuerte campaña de concientización para conductores y peatones, que incluirá actividades interactivas y pedagógicas. Una de las principales atracciones del “Mayo Amarillo” fueron los simuladores de manejo con realidad virtual, que permiten experimentar los riesgos asociados a la conducción bajo efectos de alcohol o fatiga. Además, se distribuyeron chalecos reflectantes y materiales informativos para ciclistas y motociclistas.

A su vez, artistas plásticos como Milo Lockett, Marta Minujín, Bi Hart, Gigi Payer, Tano Verón y Silvia Dota, entre otros, intervinieron cascos, contenedores de basura, taxis y otras superficies urbanas con mensajes sobre seguridad vial, aportando una dimensión cultural y visual a la campaña.

Uno de los puntos críticos señalados por la gestión local es la ocupación indebida del espacio público, en particular el estacionamiento en doble fila, sobre carriles exclusivos o en zonas de carga y descarga. Macri fue enfático al señalar que “la mayoría de las infracciones no se deben al desconocimiento, sino a la falta de voluntad de respetar las normas. Todos sabemos que no se puede estacionar en doble fila o en la ochava. Y, sin embargo, lo hacemos”.

Actualmente, el gobierno porteño ha identificado 35 intersecciones consideradas como “puntos negros” por su alta incidencia en siniestros viales. En 17 de esas esquinas ya se iniciaron tareas de reconfiguración del entorno urbano, que incluyen cambios en la señalización, reubicación de contenedores y modificaciones en los sentidos de giro. De hecho, se eliminará el 30% de los giros a la izquierda en avenidas con alta congestión, ya que esta maniobra genera cuellos de botella e incrementa el riesgo para los peatones.

En relación con la infraestructura, se han detectado más de 300 contenedores de residuos ubicados erróneamente en la calle, cuando deberían estar sobre la vereda. Esta disposición incorrecta complica la visibilidad, reduce el ancho de circulación y genera embotellamientos, particularmente en avenidas de flujo rápido.

Durante la ejecución de estas medidas, también se registró un trágico incidente: un motociclista perdió la vida al colisionar contra un camión sobre la avenida Cantilo, en el kilómetro 9, mientras se dirigía hacia la provincia de Buenos Aires. Este lamentable hecho subraya la urgencia de tomar acciones inmediatas.

El plan no se agota en lo punitivo. Desde la Ciudad también se promueve una cultura del tránsito basada en la educación y el compromiso cívico. Para ello, se articulan acciones con ONGs, centros educativos y organismos internacionales. En esta línea, la campaña “Mayo Amarillo” cuenta con el respaldo de la Iniciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global, que aporta financiamiento y asistencia técnica para mejorar la seguridad vial en ciudades de todo el mundo.

Por otro lado, la administración local anunció que trabajará en conjunto con empresas de transporte, reparticiones públicas y el sector privado para fomentar una movilidad urbana más eficiente y segura. En este contexto, se busca generar entornos más ordenados alrededor de estaciones ferroviarias, centros logísticos y terminales de colectivos, lugares donde se producen habitualmente conflictos de circulación.

Como parte de la planificación, también se incorporará tecnología para mejorar la fiscalización. Se instalarán cámaras inteligentes en puntos estratégicos que permitirán detectar infracciones en tiempo real y aplicar sanciones de manera automática, contribuyendo a una mayor disuasión.

Asimismo, el Gobierno se comprometió a transparentar los datos sobre siniestralidad vial, publicando informes periódicos con estadísticas detalladas que permitan evaluar el impacto de las políticas implementadas. Esto permitirá no sólo un seguimiento más riguroso de los avances, sino también fomentar la participación ciudadana en la formulación de propuestas.

En definitiva, las autoridades porteñas consideran que el ordenamiento del tránsito no es una tarea exclusiva del Estado, sino una responsabilidad compartida. Por ello, insisten en la necesidad de un cambio cultural profundo. “No podemos tener un agente de tránsito en cada esquina. Necesitamos que la sociedad se involucre, que entienda que cada pequeña decisión —usar casco, no cruzar en rojo, respetar una senda peatonal— puede salvar una vida”, concluyó Macri.

La campaña “Mayo Amarillo” seguirá desarrollándose durante todo el mes, con múltiples actividades y operativos en distintos puntos de la Ciudad. Con estas acciones, Buenos Aires busca posicionarse como una urbe modelo en políticas de movilidad segura, sustentable y humana.

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