La Ciudad Autónoma de Buenos Aires intensificó sus operativos de control y limpieza en el sistema de drenaje pluvial, en el marco de la advertencia meteorológica de nivel naranja emitida por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Esta medida responde a los pronósticos de lluvias persistentes y de gran intensidad, acompañadas de posibles tormentas eléctricas y caída de granizo, que amenazan con afectar gravemente a varios barrios porteños, principalmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Como parte de esta acción preventiva, se redoblaron los trabajos de supervisión, control y despeje de sumideros, desagües y conductos en todos los distritos de la ciudad. El jefe de Gobierno, Jorge Macri, supervisó personalmente las tareas en distintos puntos críticos, subrayando la importancia de actuar de forma coordinada y con rapidez para evitar anegamientos y garantizar la seguridad de los vecinos. “Tenemos a 800 personas trabajando en la calle para poder responder rápido”, afirmó el mandatario, destacando el despliegue logístico y humano que se activó durante toda la jornada.
Dispositivo urbano reforzado ante condiciones climáticas extremas
Ante la situación de emergencia climática, se ha movilizado un importante operativo de prevención. En total, 15 brigadas móviles equipadas con camionetas se encuentran distribuidas estratégicamente en los diferentes barrios de la ciudad. Estas unidades operativas están compuestas por personal capacitado de la Dirección de Drenaje Pluvial y suman alrededor de 100 agentes activos, dedicados exclusivamente a limpiar sumideros y desobstruir canales de evacuación de agua.
Junto a estas cuadrillas, se desplegaron 30 equipos adicionales de mantenimiento de arbolado urbano, con el objetivo de remover ramas o árboles que pudieran representar riesgos de bloqueo en la vía pública o afectar el sistema pluvial.
Por otra parte, el Sistema de Emergencias porteño se encuentra en alerta máxima, y sus equipos se desplegaron en los distintos barrios desde las primeras horas del día. Su función principal es atender reportes de emergencia, coordinar acciones con Defensa Civil y monitorear las condiciones en tiempo real para actuar con agilidad ante cualquier eventualidad.
Zonas más afectadas y puntos críticos de intervención
Las lluvias, que superaron los 100 mm acumulados en algunos sectores, han golpeado con mayor fuerza a barrios como Agronomía, Saavedra y Palermo, donde el sistema de desagües trabaja a máxima capacidad. Durante la noche se registraron, según datos oficiales, al menos seis episodios de bloqueo de calles causados por la caída de árboles o ramas de gran porte. Estos eventos se registraron principalmente en las Comunas 4, 10 y 11, abarcando una amplia franja territorial de la ciudad.
Como medida de precaución, el Gobierno dispuso el cierre preventivo de los Pasos Bajo Nivel Mosconi y Tronador, dos de los puntos más vulnerables al anegamiento. Además, se interrumpió la circulación vehicular en zonas clave, como la Avenida Córdoba, la Avenida Bautista De La Salle, la calle Doctor Cabred y tramos de la Colectora Puente Alsina.
En todos los casos, se desplegaron agentes de tránsito y personal de mantenimiento para controlar la circulación, evacuar zonas comprometidas y asegurar el rápido restablecimiento de la normalidad.
Acciones complementarias y coordinación interinstitucional
El operativo montado por la Ciudad no se limita únicamente al despeje de sumideros. Incluye también tareas de patrullaje preventivo, monitoreo constante desde el Centro de Gestión y Control de la Ciudad (CGC), y un sistema de comunicación directa entre distintas áreas gubernamentales, como Defensa Civil, la Policía de la Ciudad, SAME, Tránsito, Guardia de Auxilio y equipos técnicos de Infraestructura.
Asimismo, las líneas de atención ciudadana 103 y 147 se encuentran operativas las 24 horas para recibir reportes de vecinos, derivar asistencia inmediata y coordinar intervenciones según el tipo de emergencia reportada. Las autoridades insisten en la importancia de que la población evite circular por zonas inundadas, no saque residuos durante las lluvias y mantenga libre de obstrucciones las rejillas cercanas a sus viviendas.
También se emitieron recomendaciones generales para situaciones de tormenta:
- No tocar postes ni cables eléctricos.
- Evitar refugiarse debajo de árboles o estructuras metálicas.
- Tener preparada una mochila de emergencia con linterna, radio, agua potable, documentos y cargador portátil de celular.
- Desconectar la energía eléctrica en caso de ingreso de agua en el hogar.
- Seguir las indicaciones oficiales a través de canales como @buenosaires en redes sociales o el sitio web de la Ciudad.
Una estrategia preventiva en medio del cambio climático
Jorge Macri señaló que esta clase de operativos son cada vez más necesarios, debido al cambio en los patrones climáticos, con tormentas más frecuentes e intensas. “Estamos viendo un aumento sostenido de eventos extremos. Por eso es fundamental trabajar de forma anticipada, y no solo reaccionar. La limpieza constante de los sistemas de drenaje, la inversión en obras hidráulicas y el fortalecimiento de los equipos de emergencia forman parte de un enfoque integral”, expresó el Jefe de Gobierno.
En efecto, desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana se viene ejecutando un plan de mantenimiento preventivo del sistema pluvial que abarca más de 30.000 sumideros en todo el ámbito porteño. Este trabajo incluye el retiro de residuos sólidos, control de estructuras internas, inspección de cámaras de inspección y mantenimiento de redes secundarias.
Además, se están llevando a cabo obras de infraestructura en zonas históricamente críticas como Belgrano, Villa Urquiza, Lugano y Barracas, que incluyen la construcción de nuevos aliviadores pluviales y ampliación de las redes existentes para aumentar la capacidad de escurrimiento del agua.
Compromiso y coordinación con los vecinos
Desde la Jefatura de Gabinete también se promueve una estrategia de concientización ciudadana, destacando el rol de cada vecino en la prevención de anegamientos. El simple acto de no arrojar basura en la calle o de despejar hojas de los sumideros cercanos puede ayudar a evitar desbordes durante tormentas intensas.
Por otra parte, se sigue reforzando la presencia de equipos de Protección Civil y voluntarios de organismos barriales, quienes colaboran en tareas de monitoreo comunitario y acompañamiento en zonas vulnerables.
Una ciudad en estado de alerta, pero preparada
La Ciudad de Buenos Aires ha demostrado una respuesta proactiva ante la advertencia de nivel naranja, movilizando recursos técnicos, humanos y logísticos para minimizar los efectos adversos del fenómeno meteorológico. Si bien la intensidad de las lluvias ha generado complicaciones, el trabajo preventivo y coordinado ha permitido mantener bajo control la mayoría de los eventos críticos reportados.
Las tareas continuarán durante las próximas horas, mientras las autoridades monitorean en tiempo real la evolución del clima y se preparan para activar nuevas fases del protocolo si la situación lo requiere. En este contexto, la colaboración de la ciudadanía resulta clave, tanto en la prevención como en la comunicación de situaciones de riesgo.
La combinación de tecnología, planificación y participación ciudadana es fundamental para que Buenos Aires pueda afrontar estos desafíos con eficacia, cuidando la integridad de sus habitantes y de su infraestructura urbana frente a un clima cada vez más imprevisible.