La reciente medida anunciada por el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, ha desatado una ola de polémicas entre los sindicatos docentes. El gobierno porteño informó que otorgará una asignación extraordinaria de hasta 60.000 pesos a los docentes que no hayan participado en paros durante el primer semestre de 2023. La financiación de este bono provendrá de los descuentos realizados a los trabajadores que decidieron ejercer su derecho a huelga. Esta decisión no ha pasado desapercibida y ha generado fuertes reacciones de rechazo por parte de gremios como UTE y Ademys, que consideran que la medida busca debilitar la unidad del colectivo docente y dividir la lucha por los derechos laborales.
Detalles de la Medida y Respaldo del Gobierno
El anuncio fue ratificado este miércoles por Felipe Miguel y Soledad Acuña, quienes confirmaron que la asignación será entregada en el mes de agosto a aquellos docentes y directivos que hayan asistido a sus lugares de trabajo sin interrupciones durante el primer semestre. La ministra de Educación destacó la medida como un premio para aquellos que han trabajado sin faltar, mientras contrastaba con el contexto político nacional. En su cuenta de Twitter, Acuña expresó: “En un país donde algunos políticos pagan por marchar, nosotros premiamos a los que trabajan”. De este modo, la ministra hizo una clara referencia a otros sectores y agrupaciones políticas, insinuando una distinción entre quienes ejercen su derecho a huelga y quienes cumplen con su labor sin interrumpirla.
Por su parte, Felipe Miguel también ratificó la asignación a través de su cuenta de Twitter, anunciando que los docentes con asistencia perfecta recibirán hasta $60.000 extra como parte de esta iniciativa. El monto se derivará directamente de los descuentos aplicados a los docentes que participaron en paros, una práctica que ha sido habitual durante los últimos años debido a la lucha por mejores condiciones laborales y salariales en la educación pública.
Reacciones de los Sindicatos Docentes: Rechazo y Críticas
La decisión del gobierno porteño ha sido duramente criticada por los sindicatos docentes, que consideran que la medida es un intento de atacar la unidad del gremio y debilitar las luchas históricas por los derechos laborales y la defensa de la educación pública. En particular, UTE (Unión de Trabajadores de la Educación) y Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior) han calificado la asignación extraordinaria como un intento de amedrentar a los docentes y dividir a quienes luchan por condiciones de trabajo más justas.
Angélica Graciano, líder del gremio UTE, expresó que el anuncio realizado por el gobierno porteño representa un ataque directo a la organización de los trabajadores. Graciano aseveró que este tipo de medidas buscan dividir a la docencia y socavar la unidad que se ha logrado a lo largo de los años en defensa de la educación pública. Según su opinión, la asignación extraordinaria no es más que una maniobra política para descreditar la lucha sindical y generar una falsa distinción entre quienes luchan por sus derechos y quienes, según el gobierno, cumplirían su labor sin conflicto alguno.
Por otro lado, Jorge Adaro, secretario gremial de Ademys, también cuestionó con dureza la medida. En declaraciones a FM La Patriada, Adaro consideró que la propuesta es una muestra de “miserabilidad política”. Criticó el hecho de que la asignación solo sea otorgada a aquellos que han tenido una asistencia perfecta, es decir, que no faltaron ni un solo día desde el mes de febrero. Adaro resaltó que, en muchos casos, las medidas de fuerza son una respuesta a las condiciones salariales precarias que enfrentan los docentes, y que no están motivadas por un deseo de confrontar, sino por la necesidad de mejorar las condiciones laborales.
El líder gremial también apuntó a la ministra Soledad Acuña, a quien acusó de mentir o difundir medias verdades para justificar la medida. Según Adaro, las críticas hacia los docentes que participan en paros no toman en cuenta las realidades laborales de los maestros, especialmente aquellas trabajadoras mujeres, que representan un porcentaje mayoritario en el gremio (aproximadamente 85%), y que, además de enseñar, suelen ser responsables de las tareas de cuidado en sus hogares.
Un Contexto de Críticas y Propuestas de Lucha
La medida de premiar a los docentes con asistencia perfecta no solo ha generado críticas por parte de los sindicatos, sino también de ciertos sectores de la política. Un precandidato a jefe de Gobierno por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad (FIT-U) calificó la decisión como una provocación y parte de una campaña política en contra de los paros docentes. En sus declaraciones, cuestionó no solo la medida en sí, sino también la gestión de Soledad Acuña en la resolución de los problemas educativos, destacando la disminución constante del presupuesto educativo durante su mandato.
El cuestionamiento se centra en la gestión educativa del gobierno porteño, que ha sido acusada de no escuchar las demandas de los docentes ni de resolver las cuestiones estructurales que aquejan al sistema educativo. Muchos sectores consideran que en lugar de premiar a los docentes que no se suman a los paros, el gobierno debería centrarse en mejorar las condiciones salariales y laborales de los trabajadores de la educación.
La Controversia y el Futuro de la Protesta Docente
A medida que avanza la controversia, es claro que el conflicto entre el gobierno porteño y los sindicatos docentes continuará siendo un tema candente. Los gremios docentes han anunciado que seguirán con su lucha en defensa de la educación pública, poniendo en evidencia lo que consideran un ataque a la unidad del sector y a la democracia sindical.
Mientras tanto, el gobierno porteño ha dejado claro que la asignación extraordinaria es solo un premio para aquellos que no participaron en paros y han cumplido con su labor, sin detenerse a considerar las causas que llevaron a los docentes a realizar huelgas en primer lugar. La guerra de narrativas entre el gobierno y los sindicatos promete intensificarse en los próximos meses, a medida que se acerquen nuevas medidas y paros que pongan a prueba la cohesión del sistema educativo en la Ciudad de Buenos Aires.