En un contexto de creciente interés por los modelos de crianza que priorizan el bienestar integral de niños y niñas, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue escenario de un significativo encuentro titulado “Hablemos de Crianza Respetuosa”, una jornada de diálogo, reflexión y propuestas organizada por la Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno porteño.

La actividad se desarrolló en el salón “Raúl Alfonsín” y reunió a referentes institucionales, profesionales de la salud, educadores, legisladores, funcionarios y ciudadanos interesados en profundizar el debate en torno a los enfoques de crianza que promueven el respeto, la empatía y el desarrollo libre de violencia para niños, niñas y adolescentes.

Este espacio se inscribió en una línea de acción más amplia que busca integrar la perspectiva de derechos en todas las políticas públicas vinculadas a la niñez y la adolescencia, en consonancia con marcos normativos tanto nacionales como internacionales.

La crianza respetuosa: un paradigma centrado en los derechos

La crianza respetuosa es una forma de acompañar el crecimiento de los niños basada en el respeto a su individualidad, sus tiempos, emociones y necesidades. Lejos de prácticas autoritarias o verticalistas, este enfoque promueve vínculos afectivos saludables, comunicación abierta, límites amorosos y la construcción de una relación basada en el reconocimiento mutuo.

Durante el encuentro, se analizó cómo este modelo puede ser impulsado desde el Estado mediante políticas públicas específicas, así como también a través del fortalecimiento de las redes comunitarias y el acceso igualitario a recursos de apoyo para madres, padres y cuidadores.

Principales ejes abordados en el debate

A lo largo de la jornada se desarrollaron paneles y mesas de trabajo donde se discutieron distintas dimensiones de la crianza respetuosa, todas ellas atravesadas por un enfoque de derechos humanos y equidad social. Entre los temas destacados, se abordaron:

  • El rol de los talleres de acompañamiento familiar: se destacó la necesidad de contar con espacios accesibles, gratuitos y de calidad donde las familias puedan compartir experiencias, recibir orientación profesional y fortalecer sus competencias parentales sin ser juzgadas.
  • La corresponsabilidad y el reparto equitativo de las tareas de cuidado: se subrayó la importancia de fomentar políticas que promuevan la participación activa de todos los integrantes del núcleo familiar, incluyendo a padres varones y otras figuras afectivas, desafiando estereotipos de género tradicionales.
  • El derecho a la identidad y a la expresión emocional de niños y niñas, reconociendo su autonomía progresiva y su derecho a ser escuchados, tal como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño.
  • Prevención, detección temprana y abordaje del maltrato infantil: se compartieron experiencias y estrategias para identificar situaciones de riesgo, intervenir con sensibilidad y eficacia, y garantizar entornos seguros para el desarrollo integral de la infancia.
  • Evaluación y mejora del sistema de protección integral: se puso énfasis en la necesidad de revisar los programas actuales, detectar brechas, y avanzar en la implementación de proyectos que mejoren la articulación entre actores institucionales como escuelas, centros de salud, servicios sociales y organizaciones barriales.

Crianza y políticas públicas: el compromiso estatal

Uno de los principales objetivos del encuentro fue consolidar el vínculo entre las prácticas de crianza respetuosa y el diseño de políticas públicas con enfoque de niñez. En este sentido, se destacó que no se trata solo de un asunto familiar o privado, sino de una responsabilidad social y estatal que requiere inversión, planificación y voluntad política.

Los especialistas coincidieron en que garantizar una crianza respetuosa implica, entre otras cosas, acceso universal a licencias parentales equitativas, servicios de salud mental materno-infantil, educación sexual integral, espacios de juego y esparcimiento seguros, así como condiciones laborales y habitacionales dignas para las familias.

Asimismo, se resaltó la necesidad de sensibilizar a toda la comunidad sobre los beneficios de este enfoque, promoviendo campañas de comunicación, capacitaciones para docentes y personal de salud, y acciones en los territorios que involucren activamente a vecinos, organizaciones sociales y referentes comunitarios.

Un compromiso transversal para transformar la crianza

La Subsecretaría de Derechos Humanos de la Ciudad reafirmó su compromiso con la promoción de una infancia libre de violencias y de discriminación, entendiendo que la crianza es una de las primeras experiencias donde se ejercen —o se vulneran— derechos fundamentales.

Desde esta perspectiva, se impulsa una política pública integral que articule lo legal, lo educativo, lo afectivo y lo social para garantizar que todos los niños y niñas puedan crecer en contextos amorosos, seguros y respetuosos de su singularidad.

Además, se hizo hincapié en que estos espacios de debate deben continuar, profundizarse y replicarse en distintos ámbitos: escuelas, centros de salud, legislaturas, universidades, centros culturales y organizaciones barriales, con el fin de democratizar el acceso al conocimiento y promover un cambio cultural duradero.

Declaraciones destacadas

Durante el cierre de la jornada, autoridades y participantes destacaron la relevancia del evento como una plataforma para escuchar múltiples voces y construir consensos en torno a un tema tan crucial como la crianza. “Cada niño y niña tiene derecho a ser amado, protegido y escuchado. No se trata de ‘criar mejor’ desde el deber, sino de establecer vínculos desde el amor y la dignidad”, afirmó una de las expositoras.

Otra de las intervenciones subrayó que “la crianza respetuosa es también una forma de prevención. Prevenir violencias, prevenir exclusiones, prevenir repeticiones de patrones dañinos. Y eso se logra con familias acompañadas, presentes y empoderadas”.

Reflexiones finales: una sociedad que cuida a su infancia

La jornada “Hablemos de Crianza Respetuosa” dejó en claro que este enfoque no es una moda ni un ideal abstracto, sino una herramienta concreta para construir un presente más justo y un futuro más humano. La forma en que criamos hoy define la sociedad que seremos mañana. Por eso, el compromiso con la niñez debe ser una prioridad transversal, colectiva y sostenida en el tiempo.

El evento fue también un llamado a la acción: a seguir generando puentes entre lo que ocurre en los hogares y lo que las instituciones pueden ofrecer como respaldo; a escuchar activamente a quienes cuidan; a poner en el centro a la infancia como sujeto de derechos, no como objeto de intervención.

Desde la Legislatura porteña, este encuentro marca un precedente valioso y abre nuevas oportunidades para legislar, planificar y ejecutar políticas públicas que acompañen a las familias en su tarea cotidiana de criar con respeto, ternura y firmeza.

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