Cada 11 de diciembre, la Argentina conmemora el Día Nacional del Tango, una jornada dedicada a celebrar una de las expresiones artísticas más representativas de la identidad cultural del país. La fecha invita a redescubrir este género musical y dancístico a través de actividades culturales, homenajes y propuestas abiertas al público, que buscan acercar el tango a nuevas generaciones.
La efeméride rinde homenaje a dos figuras fundamentales de su historia: Carlos Gardel y Julio de Caro, ambos nacidos un 11 de diciembre. Este doble aniversario simboliza la riqueza artística del tango y contribuye a reforzar su proyección nacional e internacional. En ese sentido, el tango fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, distinción que reconoce su trascendencia global y su profundo arraigo en la cultura argentina.
De acuerdo con historiadores y músicos, la elección de esta fecha apunta a unir a distintas generaciones en torno a un símbolo nacional. La tradición se mantiene vigente mediante actividades educativas y recreativas, muchas de ellas gratuitas, mientras que radios y canales de televisión dedican programaciones especiales a la obra de Gardel y De Caro. Asimismo, la conmemoración despierta el interés de medios locales e internacionales, estrechamente vinculados a la difusión de la cultura argentina.
El origen del Día Nacional del Tango
El origen de esta celebración se remonta al año 1977, cuando Ben Molar impulsó la iniciativa de instituir el 11 de diciembre como Día Nacional del Tango, en coincidencia con las fechas de nacimiento de Carlos Gardel, nacido en 1890, y Julio de Caro, nacido en 1899. La propuesta fue adoptada con el objetivo de rendir tributo a intérpretes, compositores y bailarines que han contribuido al desarrollo del género.
El tango surgió a fines del siglo XIX en los barrios populares de Buenos Aires, como resultado de una fusión de influencias africanas, europeas y criollas. La efeméride también reconoce el vínculo histórico y cultural con Uruguay, país estrechamente ligado a sus orígenes. En este marco, las actividades conmemorativas buscan reforzar la conexión entre ambas orillas del Río de la Plata y poner en valor la diversidad artística del género.
A lo largo de las décadas, el tango ha experimentado una constante evolución en su música, su poesía y sus estilos de danza. Según la Academia Nacional del Tango, la celebración promueve la preservación de su patrimonio sonoro y visual. Museos, bibliotecas y clubes de barrio participan activamente de la jornada, mientras que el Estado y diversas organizaciones privadas impulsan su difusión dentro de la agenda cultural nacional.
