Un joven de 16 años fue detenido por la Policía Federal Argentina acusado de organizar un ataque masivo contra una institución educativa de la Ciudad de Buenos Aires y de promover el nazismo a través de redes sociales.
El sospechoso fue identificado luego de una investigación iniciada por el FBI, que alertó a las autoridades locales sobre sus publicaciones con contenidos extremistas y violentos, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
La alerta y el inicio de la investigación
La pesquisa comenzó cuando el Federal Bureau of Investigation (FBI), mediante la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, informó a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) sobre la existencia de un usuario que difundía amenazas de realizar un tiroteo en un colegio.
El perfil, de marcado carácter nacionalsocialista, contenía publicaciones en las que el adolescente ensalzaba a autores de masacres, promovía discursos de odio y exhibía conductas violentas.
Tras recibir la notificación, el fiscal Horacio Azzolin, titular de la UFECI, ordenó la intervención del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal.
A través de tareas de ciberpatrullaje y análisis de datos digitales, los investigadores lograron ubicar al sospechoso en una vivienda de la avenida Juan Bautista Alberdi, en el barrio de Caballito.
El operativo y los hallazgos
De acuerdo con las fuentes consultadas, el adolescente manifestaba de forma reiterada su admiración por ideologías extremistas y violentas.
Durante el allanamiento autorizado por la jueza federal María Servini, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N.º 1, los agentes hallaron un arsenal compuesto por réplicas de armas de fuego, cuchillos, municiones, gas pimienta, artefactos tipo “molotov” y varios dispositivos electrónicos, entre ellos dos celulares, una notebook y un pendrive.
También se incautaron cuadernos con anotaciones en los que el joven había redactado una carta de despedida y el detalle de un plan de ataque que pretendía ejecutar en noviembre.
Una de las réplicas, un subfusil, llevaba inscripciones con los nombres de conocidos tiradores en masa, como Brenton Tarrant, Anders Breivik y Rafael Solich (“Pan Triste”).
Entre los documentos secuestrados, se encontró un escrito en el que describía su intención de hacerse pasar por policía, ingresar a un centro comercial cercano al colegio, amenazar a las personas, aislar a los estudiantes en las aulas y luego iniciar un tiroteo, con el objetivo de provocar un episodio de violencia extrema.
Situación judicial y próximos pasos
El joven se encontraba en su domicilio junto a su familia al momento del operativo. Tras ser identificado y detenido, fue puesto a disposición del juzgado interviniente y trasladado al Cuerpo Médico Forense para una evaluación psiquiátrica.
La causa quedó caratulada como “intimidación pública”, mientras los investigadores intentan determinar si actuó en soledad o si mantenía vínculos con otros usuarios o comunidades virtuales que promueven contenido extremista.
Según informaron las fuentes, la investigación se desarrolló gracias a la cooperación inmediata entre organismos nacionales e internacionales, lo que permitió neutralizar una amenaza potencial en su etapa inicial.
Tanto las autoridades judiciales como las fuerzas de seguridad continúan analizando los dispositivos incautados para reconstruir las redes de contacto del adolescente y profundizar las distintas líneas de la pesquisa.
