Durante la madrugada del domingo 27 de julio de 2025, un extenso corte de energía eléctrica dejó sin suministro a más de 500.000 hogares en distintas zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), afectando tanto a la Ciudad Autónoma como a numerosos partidos del conurbano bonaerense. La interrupción comenzó alrededor de las 3:15 y, aunque en su mayoría fue resuelta dentro de la hora siguiente, algunos sectores continuaron con inconvenientes hasta pasadas las cinco de la mañana.
Según lo informado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), a partir de las primeras horas del día se contabilizaron exactamente 495.290 usuarios sin servicio eléctrico, siendo la empresa Edesur la más afectada, con un pico de 492.345 interrupciones. Por su parte, Edenor registró 2.945 cortes simultáneos durante el mismo lapso.
Zonas emblemáticas, completamente a oscuras
La falla energética no pasó desapercibida, ya que impactó de lleno en sectores neurálgicos y simbólicos de la ciudad de Buenos Aires. Lugares icónicos como el Obelisco y el Congreso de la Nación quedaron completamente a oscuras, generando asombro entre los vecinos, transeúntes y turistas que transitaban la zona o compartían imágenes en redes sociales.
Aunque en un primer momento se desconocía el motivo del apagón, el ENRE y las empresas distribuidoras explicaron más tarde que se trató de un evento de desbalance repentino en la red de distribución, sin mayores detalles sobre si se trató de una falla técnica, un error humano o causas externas. En cualquier caso, el servicio comenzó a restituirse gradualmente a partir de las 4:00 de la mañana, priorizando zonas de alta densidad poblacional y centros neurálgicos.
Situación progresiva: mejora en algunas zonas, persistencia en otras
Pese al restablecimiento parcial del servicio eléctrico en gran parte de la región metropolitana, aún quedaban cerca de 17.000 usuarios sin luz hacia las 5 de la mañana. En ese momento, Edesur reportó un total actualizado de 14.737 clientes todavía sin suministro, distribuidos entre barrios de la ciudad como Almagro, Balvanera y San Nicolás, así como también en localidades del sur del conurbano bonaerense, incluyendo Ezeiza, Lanús, Quilmes y Berazategui.
En cuanto a Edenor, la distribuidora informó que 2.011 usuarios seguían sin energía, especialmente en zonas residenciales de Tigre (incluido el Delta y Nordelta), así como en Ingeniero Maschwitz (Escobar), Ciudad Evita, Rafael Castillo (La Matanza) y Merlo. Estas áreas, si bien no representan la mayor densidad urbana, concentran un número considerable de residencias y comercios, por lo que los efectos del apagón se hicieron sentir.
Reacciones e impacto en la población
En las redes sociales, usuarios compartieron imágenes y relatos sobre la falta de luz, muchos con tono de sorpresa o preocupación. Algunos reportaron fallas en el funcionamiento de semáforos, ascensores detenidos y servicios de internet interrumpidos, aunque no se registraron incidentes mayores o accidentes derivados del corte.
Cabe destacar que este tipo de eventos, aunque no son inéditos en el AMBA, generan preocupación por la vulnerabilidad del sistema eléctrico frente a variaciones de carga o problemas de infraestructura. El hecho de que el corte se produjera en plena madrugada, cuando el consumo energético es relativamente bajo, intensificó el debate sobre la necesidad de modernizar la red de distribución y aumentar los controles sobre las concesionarias.
Declaraciones oficiales y próximos pasos
Hasta el momento, ninguna de las empresas prestadoras emitió un comunicado detallado sobre el origen exacto del incidente. No obstante, desde el ENRE anticiparon que se abrirá una investigación técnica para determinar con precisión qué provocó el masivo apagón. Además, se analizarán posibles sanciones a las distribuidoras, en caso de comprobarse negligencia o falta de mantenimiento preventivo.
Desde sectores de la oposición política y organizaciones de consumidores se reclamó mayor transparencia en la gestión energética y se pidió que se publiquen los informes técnicos correspondientes, en un plazo razonable, para que la ciudadanía tenga claridad sobre lo sucedido.
Mientras tanto, usuarios que sufrieron interrupciones prolongadas o pérdidas materiales debido al corte pueden presentar reclamos ante el ENRE o ante las oficinas comerciales de las empresas proveedoras. De comprobarse fallas atribuibles al servicio, podrían corresponder compensaciones económicas.
Un episodio más en un sistema que pide reformas
El incidente ocurrido en la madrugada del domingo representa un nuevo llamado de atención sobre el estado del sistema eléctrico en el AMBA. Aunque la mayoría de los cortes fueron solucionados en un tiempo relativamente breve, la escala del apagón y su impacto en sectores clave de la ciudad revelan la necesidad urgente de inversiones estructurales y mayor supervisión estatal.
A medida que se espera un invierno más riguroso y con picos de consumo, los especialistas advierten que eventos como este podrían repetirse si no se implementan medidas correctivas. La población, por su parte, expresa su frustración ante servicios deficientes y tarifas en constante aumento, lo que refuerza el reclamo de un sistema energético más confiable, justo y eficiente.
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