La flota más antigua de toda la red del subterráneo porteño comenzará a ser reemplazada a partir de 2027. Se trata de una inversión millonaria que incluye la incorporación de trenes cero kilómetro, tecnología de última generación y un cambio clave en el sistema eléctrico.
La Línea B del subte, una de las más utilizadas de la red metropolitana, atraviesa una transformación trascendental: a partir de 2027, comenzará a recibir 174 coches nuevos, lo que permitirá reemplazar progresivamente a los históricos trenes Mitsubishi y a los CAF 6000, adquiridos usados al metro de Madrid. Esta renovación total busca mejorar la calidad del servicio, aumentar la seguridad operativa y reducir los costos de mantenimiento, con una inversión total estimada en 301 millones de dólares.
Una línea con trenes que tienen más de seis décadas
Actualmente, la Línea B, que une Leandro N. Alem con Juan Manuel de Rosas (Villa Urquiza), moviliza a un promedio de 180.000 pasajeros diarios, lo que la convierte en la de mayor volumen de usuarios dentro del sistema. Sin embargo, su flota presenta una grave desventaja: es la más antigua de toda la red.
Algunos de sus coches, como los Mitsubishi japoneses, tienen más de 60 años en circulación. Aunque se intentó modernizar parte del material rodante entre 2011 y 2013, cuando el gobierno porteño compró unidades usadas al metro de Madrid, esas formaciones también arrastraban décadas de uso y no cumplieron con las expectativas. Incluso, varios trenes CAF 5000 fueron retirados al detectarse la presencia de asbesto, un material cancerígeno prohibido en el país.
La licitación y los nuevos trenes
La empresa adjudicataria de la compra fue la china CRRC Changchun Railway Vehicles Co. Ltd, que resultó la mejor calificada entre las tres oferentes: competía con la india BEML y con CITIC, también de origen chino. Según informó SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), el precio por coche será de aproximadamente 1,7 millones de dólares, cifra que se encuentra dentro de los rangos internacionales.
Las nuevas formaciones, que comenzarán a llegar durante el primer trimestre de 2027, estarán equipadas con:
- Aire acondicionado
- Cámaras de seguridad internas
- Iluminación LED antivandálica
- Sistema de información visual y sonoro para pasajeros
- Asientos longitudinales, que permiten mayor capacidad de pie en horas pico
Cambios en la infraestructura: adiós al tercer riel
Uno de los cambios estructurales más relevantes será el fin del sistema de alimentación por tercer riel, aún vigente solo en la Línea B. A partir de esta renovación, los trenes operarán con catenaria aérea a 1.500 voltios, abandonando los actuales 600 voltios. Esto no solo implicará una mejora en la eficiencia energética, sino que también facilitará el mantenimiento y alineará la línea con estándares modernos.
La inversión total incluye obras en estaciones, talleres y subestaciones eléctricas para adaptarse al nuevo sistema. Además, los nuevos trenes vendrán preparados para implementar el sistema CBTC (Communications-Based Train Control), una tecnología que ya funciona en las líneas C, D y H, y que permite mayor precisión, seguridad y eficiencia operativa.
¿Qué trenes serán retirados primero?
El proceso de sustitución comenzará con la jubilación definitiva de los Mitsubishi, los coches más antiguos de toda la red. Luego, paulatinamente, también se dará de baja a los CAF 6000, que fueron comprados al metro de Madrid con más de 30 años de antigüedad.
La diversidad de modelos actuales complica tanto la operatividad como el mantenimiento, lo que en muchas ocasiones repercute negativamente en la frecuencia del servicio. Unificar el tipo de trenes —explican desde el Gobierno porteño— permitirá reducir tiempos de reparación, optimizar repuestos y garantizar mayor regularidad.
Posibles ajustes de servicio durante la transición
Aunque aún restan varios meses para el inicio de esta transformación, no se descarta que la Línea B sufra reducciones temporales de servicio durante el verano de 2027, aprovechando la baja estacional de usuarios. Una medida similar fue adoptada en 2013, cuando se incorporaron los trenes nuevos a la Línea A y se retiraron las históricas formaciones “La Bruja”. En aquella ocasión, la línea estuvo cerrada durante aproximadamente tres meses.
Desde el Gobierno porteño anticiparon que cualquier alteración al servicio será comunicada con tiempo, con el objetivo de minimizar las molestias a los usuarios.
El mayor plan de renovación de la última década
“La compra de estos trenes para la Línea B, junto con los 40 coches que incorporaremos en las líneas A y C, representa la inversión más significativa en material rodante en los últimos 10 años”, afirmó el jefe de Gobierno Jorge Macri. Esta iniciativa forma parte de un plan integral de movilidad urbana que apunta a lograr una ciudad más conectada, eficiente y sustentable.
El presupuesto aprobado por la Legislatura porteña para el año 2025 contempla una inversión de 337.414 millones de pesos para el subte. Además, se evalúa la posibilidad de financiar parte del gasto a través de CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), aunque esta operación deberá contar con aval legislativo.
Una deuda pendiente con los pasajeros
La renovación de la Línea B se había transformado en una demanda reiterada por parte de los pasajeros frecuentes y de los sindicatos del sector, que han denunciado en varias oportunidades los riesgos por el envejecimiento del material rodante y la presencia de asbesto. Actualmente, los empleados se agrupan en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y en la Agtsyp (Metrodelegados), quienes han protagonizado protestas en reclamo de mejoras en las condiciones laborales y de seguridad.
Una línea clave en la red de subterráneos
Con 11,8 kilómetros de extensión, la Línea B atraviesa buena parte de la Ciudad de Buenos Aires, uniendo el Microcentro con la zona noroeste. Tiene 17 estaciones, incluyendo conexiones con las líneas A, C, D y E, además de sus dos talleres propios en Rancagua y Villa Urquiza.
A pesar de su importancia estratégica y alta demanda, había quedado rezagada respecto a otras líneas que sí modernizaron sus trenes, como la A, C, D y H. Esta renovación representa, entonces, un salto de calidad largamente esperado.
🛠️ Con nuevos trenes, nueva tecnología y mayor inversión, la Línea B se prepara para ingresar a una nueva etapa.
Un subte más moderno, más seguro y más eficiente está en camino.
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