La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y gran parte del Conurbano bonaerense fueron escenario de una violenta tormenta durante las últimas horas, que dejó como saldo múltiples destrozos, inundaciones en diferentes barrios y numerosas intervenciones de los servicios de emergencia. El fenómeno meteorológico sorprendió a muchos por su intensidad y rápida evolución, marcando un brusco cambio en las condiciones del tiempo tras varios días de calor agobiante en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

El temporal, que comenzó a desarrollarse durante la madrugada del miércoles y se extendió hasta horas de la tarde, impactó especialmente en zonas densamente pobladas tanto de la Capital Federal como del Gran Buenos Aires. Las lluvias, acompañadas de ráfagas intensas de viento, actividad eléctrica persistente y en algunos casos caída de granizo, ocasionaron serios inconvenientes en la circulación vehicular, cortes de tránsito, caída de árboles, cables y carteles, así como también filtraciones e inconvenientes en viviendas particulares.

Caída de árboles y anegamientos en diversos barrios

Uno de los hechos más destacados ocurrió en el barrio porteño de Almagro, donde un árbol de gran porte se desplomó sobre un vehículo estacionado en la avenida Díaz Vélez al 4200. El incidente, que afortunadamente no provocó víctimas, motivó el corte total de la circulación en el cruce con la calle Gascón, mientras personal de la Policía de la Ciudad y operarios del SAME y Defensa Civil trabajaban para liberar la zona y retirar los restos del árbol.

Situaciones similares se replicaron en otros puntos de la ciudad. En barrios como Caballito, Villa Urquiza, Belgrano y Flores se reportaron ramas caídas, calles parcialmente obstruidas y complicaciones en la red pluvial por el colapso de sumideros. En algunos casos, la acumulación de agua llegó a cubrir la totalidad de la calzada, impidiendo el paso de vehículos y afectando el funcionamiento de varias líneas de transporte público.

En paralelo, distintos distritos del Conurbano bonaerense fueron severamente golpeados por el fenómeno meteorológico. Merlo, por ejemplo, registró un importante número de calles completamente inundadas, lo que dificultó la circulación de autos y peatones durante horas. También se reportaron anegamientos en Quilmes, Brandsen, Valentín Alsina, San Justo y partes de La Matanza, donde las precipitaciones caídas en un corto lapso superaron ampliamente la capacidad de drenaje del sistema pluvial.

En muchos de estos municipios, los vecinos debieron improvisar barreras con bolsas de arena o utilizar baldes y trapos para evitar que el agua ingresara en los hogares. Las redes sociales se poblaron rápidamente de imágenes y videos que mostraban autos flotando, calles convertidas en verdaderos ríos urbanos y zonas comerciales afectadas por filtraciones.

Alerta naranja: qué implica y hasta cuándo estará vigente

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene vigente una alerta naranja para toda la región del AMBA. Esta categoría indica la probabilidad de que ocurran fenómenos meteorológicos de intensidad significativa, con potencial para generar daños materiales y riesgos a la seguridad de las personas.

Según el último parte emitido por el organismo, se espera que continúen las precipitaciones, aunque de manera más aislada, durante la noche del miércoles. El pronóstico oficial anticipa que podrían registrarse lluvias intensas y tormentas fuertes de manera intermitente, acompañadas por ráfagas de viento que podrían alcanzar hasta 80 km/h, caída de granizo y una considerable actividad eléctrica.

Además, el SMN advirtió que las acumulaciones de lluvia para este episodio podrían oscilar entre los 60 y 90 milímetros, con la posibilidad de superar esos valores en áreas puntuales. Estas condiciones extremas han llevado a las autoridades a mantener activo el protocolo de emergencia en los distintos municipios.

La alerta no se limita exclusivamente al territorio porteño y el Conurbano, sino que se extiende a una amplia porción del centro y norte de la provincia de Buenos Aires, incluyendo ciudades como San Pedro, Pergamino, Chivilcoy, General Villegas, Luján y hasta sectores del Partido de la Costa. En paralelo, también se encuentran bajo advertencia otras regiones del país, como el sudeste de Santa Fe y el sur de Córdoba, en donde las condiciones meteorológicas presentan características similares.

En tanto, se mantiene una alerta amarilla —nivel inferior de advertencia— para zonas del este de La Pampa, el centro de Córdoba, el este de Santa Fe, Entre Ríos y parte de Río Negro. En estas áreas, se prevé la ocurrencia de tormentas o lluvias con menor intensidad, pero que igualmente pueden afectar actividades cotidianas y generar trastornos en la movilidad urbana.

El pronóstico extendido para los próximos días en el AMBA

De acuerdo con las proyecciones meteorológicas, se espera que las condiciones climáticas comiencen a mejorar hacia el final del miércoles, con una disminución gradual de las precipitaciones durante la noche. Para el jueves, el cielo permanecerá parcialmente nublado, pero ya no se anticipan lluvias de consideración. Esta tendencia se mantendría al menos hasta el próximo martes, lo que da un respiro tras varios días de inestabilidad.

En cuanto a las temperaturas, el cambio de tiempo ha traído consigo un alivio térmico momentáneo. Durante la jornada del miércoles, la temperatura máxima registrada fue de 22,9 grados, un valor por debajo de los 25° previstos inicialmente. Sin embargo, este respiro durará poco: a partir del jueves, se prevé un paulatino ascenso de las marcas térmicas.

El jueves, la máxima alcanzará los 29°; el viernes se espera un pico de 30°; el sábado se anticipa una jornada aún más calurosa, con 32°, y el domingo se mantendrá la tendencia, con temperaturas en torno a los 31°. El lunes, en tanto, podría convertirse en uno de los días más agobiantes de la semana, con una máxima prevista de 35 grados, acompañada de elevada humedad.

Recomendaciones para los próximos días

Ante la posibilidad de nuevas tormentas aisladas, aunque menos intensas, las autoridades recomendaron a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales del SMN y del Gobierno porteño. También se sugiere no circular por zonas anegadas, asegurar objetos en balcones y terrazas, evitar la proximidad de árboles grandes durante vientos fuertes y no tocar cables o postes en la vía pública.

Asimismo, en caso de emergencias, se recordó que se encuentran habilitadas las líneas gratuitas 103 (Emergencias en la vía pública), 107 (SAME para urgencias médicas) y el 911 (Policía). También es posible consultar el estado del clima, alertas en tiempo real y pronósticos actualizados a través de la página oficial del Servicio Meteorológico Nacional y sus redes sociales.

Un verano con extremos: entre olas de calor y lluvias torrenciales

El episodio vivido en las últimas horas no es aislado, sino parte de un patrón climático que se ha repetido con frecuencia durante este verano 2024-2025. Las olas de calor prolongadas, combinadas con irrupciones de aire húmedo y frentes fríos repentinos, generan tormentas de gran magnitud que afectan la vida urbana y ponen a prueba la infraestructura de la ciudad y sus alrededores.

La combinación de temperaturas elevadas, saturación del suelo por precipitaciones anteriores y falta de mantenimiento en redes pluviales contribuye a agravar los efectos de cada temporal. Expertos en climatología advierten que estos eventos tienden a ser cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático, lo que subraya la necesidad de políticas de mitigación, planificación urbana y adaptación.

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