La cuadra más peligrosa de Buenos Aires está en Balvanera: aumentan los robos pese al refuerzo policial.

Un estudio del Mapa del Delito reveló los cinco puntos con mayor cantidad de robos y hurtos. Pese a una suba general, CABA sigue siendo una de las ciudades más seguras de América Latina.

Buenos Aires, 6 de mayo de 2025 — La esquina de Av. Pueyrredón y Av. Corrientes, en el barrio porteño de Balvanera, fue identificada como la cuadra más peligrosa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 2023, según datos oficiales del Mapa del Delito, elaborado por el Ministerio de Seguridad de la Ciudad.

Allí se reportaron 426 robos y hurtos en un solo año, lo que equivale a más de un hecho por día en esa intersección. El fenómeno ocurre a pesar del amplio despliegue de efectivos de la Policía de la Ciudad, instalados principalmente para contener el comercio ilegal en la vía pública y garantizar la seguridad peatonal.

Este punto lidera un ranking de inseguridad urbana que incluye también lugares icónicos como el Obelisco, la estación Constitución y la estación Retiro, todos con un alto flujo de tránsito peatonal, lo que facilita el accionar de punguistas, arrebatadores y bandas organizadas.


El delito creció 15% en la Ciudad: los robos, al tope de las denuncias

De acuerdo con los registros oficiales, durante el año 2023 se denunciaron en la Ciudad un total de:

  • 64.983 robos (con violencia)
  • 62.567 hurtos (sin violencia)
  • 91 homicidios

En total, 127.641 delitos graves fueron reportados en la Capital Federal, lo que arroja un promedio de casi 350 hechos por día. El crecimiento interanual de robos y hurtos fue del 15% respecto a 2022, cifra que supera la media nacional y genera una creciente preocupación entre los vecinos, comerciantes y usuarios del transporte público.

No obstante, los homicidios registraron solo un 2% de aumento, lo que ubica a la Ciudad entre las capitales más seguras de América Latina, con un índice de 1 homicidio cada 4 días.


Mapa del delito: ¿dónde se concentra el crimen?

El análisis geográfico revela patrones claros de distribución delictiva:

🔺 Top 5 de las zonas con más robos y hurtos en CABA (2023)

UbicaciónRobos y hurtos denunciados
Av. Pueyrredón y Av. Corrientes (Balvanera)426
Obelisco (San Nicolás)380
Estación Constitución (Constitución)352
Estación Retiro (Retiro)306
Plaza de Mayo (Monserrat)219

Estos lugares, por su alta densidad peatonal, su proximidad con terminales de transporte, y su carácter de zonas comerciales y turísticas, se convierten en epicentro de delitos callejeros, particularmente hurtos de celulares, billeteras y carteras.

En muchos casos, los delincuentes operan en grupos, se aprovechan del tumulto y se escapan rápidamente entre la multitud o en transporte público.


Sur de la Ciudad: epicentro de los homicidios

A pesar de que los homicidios representan un porcentaje bajo del total de delitos, su impacto es notable, especialmente en las comunas más vulnerables. En 2023, las comunas 1 y 4 (Retiro, San Nicolás, Constitución, La Boca y Barracas) concentraron 42 homicidios, casi la mitad del total de toda la Ciudad.

Estas zonas, que abarcan parte del sur porteño, coinciden geográficamente con la ubicación de los barrios populares Villa 31, 1-11-14, 21-24 y Villa 20, donde el tejido social más frágil, sumado a la presencia de bandas criminales vinculadas al narcotráfico, genera condiciones para que la violencia letal persista a pesar de la baja general.


¿Por qué crece el delito en zonas con vigilancia?

Pese al aumento del personal policial desplegado en puntos críticos —como el entorno del Obelisco o las estaciones de tren y subte— el delito no solo no disminuye, sino que se intensifica. La explicación, según especialistas en seguridad urbana, tiene múltiples factores:

  • Multitudinaria circulación peatonal: facilita el anonimato de los delincuentes.
  • Falta de denuncias por delitos menores: muchos hurtos no se reportan formalmente, lo que reduce la capacidad de respuesta planificada.
  • Limitaciones en la prevención tecnológica: si bien hay cámaras de seguridad, la vigilancia activa y en tiempo real es limitada.
  • Economía informal y manteros: crean entornos difíciles de controlar y generan conflictos recurrentes con la policía.

¿Sirvió la creación de la Policía de la Ciudad?

La Policía de la Ciudad fue creada con la promesa de aumentar la presencia y efectividad policial. Sin embargo, los números de delitos en zonas vigiladas muestran que la sola presencia de uniformados no garantiza la baja del crimen, sobre todo en delitos que se producen en segundos y con alta movilidad.

El gasto en seguridad ha crecido de forma sostenida, pero la percepción de inseguridad entre los ciudadanos no disminuyó, según encuestas recientes de percepción ciudadana. Muchos vecinos reportan “sentirse inseguros aun viendo patrulleros”, especialmente en estaciones de tren, corredores comerciales y espacios turísticos.


Qué medidas se discuten

Ante este panorama, el Ministerio de Seguridad porteño trabaja en un plan que incluye:

  • Refuerzo del monitoreo en tiempo real desde el Centro de Monitoreo Urbano.
  • Campañas de prevención y concientización para turistas y transeúntes.
  • Redistribución dinámica de patrullajes según franjas horarias y días de mayor incidencia delictiva.
  • Inversión en reconocimiento facial y alarmas comunitarias, aún en fase de prueba piloto.

Asimismo, se insiste en la importancia de denunciar cada hecho, ya que el Mapa del Delito se alimenta únicamente de denuncias formales, lo que puede subestimar la verdadera magnitud del problema

La Ciudad de Buenos Aires vive una paradoja urbana: es una de las capitales más seguras de América Latina en términos de homicidios, pero mantiene focos críticos de inseguridad callejera, particularmente en puntos estratégicos y zonas densamente transitadas.

El caso de la esquina de Pueyrredón y Corrientes simboliza esta contradicción: una cuadra icónica, con fuerte presencia estatal, pero que sigue siendo el epicentro de robos y hurtos en la Capital.

Más allá de la presencia policial, el desafío sigue siendo estructural: disminuir la desigualdad territorial, fortalecer la inclusión social, y articular prevención urbana con herramientas tecnológicas y participación ciudadana.

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