Se trata de un sector que alguna vez fue considerado uno de los más exclusivos de Buenos Aires y que hoy, gracias a varios desarrollos, podría experimentar un nuevo auge.


En pleno Retiro, la emblemática Plaza San Martín ha sido tradicionalmente uno de los espacios más distinguidos de Recoleta, albergando edificios de alto valor arquitectónico. Si bien durante la pandemia sufrió un fuerte deterioro, actualmente está retomando protagonismo en la mirada de los inversores. De hecho, recientemente se anunció la subasta de un terreno en una ubicación clave que, junto a otros emprendimientos, podría acelerar la transformación del área.

Concretamente, la Agencia de Bienes del Estado (ABBE) subastará un lote situado en Juncal 724, entre Basavilbaso y Esmeralda, el próximo 27 de mayo. El precio base es de US$13.080.569 y comprende 2090 m² que hoy se utilizan como estacionamientos y depósitos. “Los terrenos son el punto de partida para impulsar desarrollos que modernicen y jerarquicen una zona. Invertir en construcciones de calidad suele traducirse en una valorización de los alrededores”, explica Martín Boquete, director de Toribio Achával.


Un distrito que vuelve a captar la atención de marcas y desarrolladores

La Plaza San Martín reúne varios exponentes arquitectónicos que, durante décadas, la consolidaron como una de las áreas más atractivas del país. En línea con este resurgimiento, el arquitecto Jonathan Balbis, gerente de desarrollos en Spazios, considera que “la subasta en Juncal y Basavilbaso representa una oportunidad destacada para potenciar el desarrollo inmobiliario en un sector con gran valor simbólico y posibilidades de revalorización”.

Este potencial se fundamenta en el entorno: aunque tras la pandemia muchos locales comerciales y oficinas quedaron vacíos, la zona conserva una concentración única de íconos arquitectónicos. Desde el célebre Kavanagh —declarado Patrimonio Mundial de la Arquitectura Moderna por la UNESCO— hasta el Palacio Paz del Círculo Militar, sin olvidar el Palacio Anchorena, el Edificio Plaza San Martín, el Estrugamou y la distinguida calle Arroyo, rodeada de galerías, boutiques, restaurantes de autor, embajadas y un hotel cinco estrellas de la cadena Único Hotels.


Normativa favorable y posibilidades de expansión

Balbis agrega que, según el nuevo Código Urbanístico sancionado en diciembre de 2024, el terreno se encuentra en una Unidad de Sustentabilidad de Altura Alta (U.S.A.A.), lo que habilita construcciones de hasta 22,8 metros —es decir, nueve niveles incluyendo los pisos retirados—. No obstante, aclara que, al lindar con una torre de 12 pisos, se permite igualar esa altura gracias a la figura del “enrase”. También advierte sobre una particularidad: el terreno colinda con el Palacio San Martín, que posee protección patrimonial, lo que obliga a respetar un retiro obligatorio de tres metros respecto a ese límite.


Un entorno en proceso de recuperación

El desarrollo de este predio podría contribuir significativamente a consolidar la revalorización de Plaza San Martín, reforzando el posicionamiento de Retiro como un distrito de alto perfil dentro de la ciudad. Sin embargo, Balbis advierte sobre ciertos desafíos, entre ellos, la gestión de residuos y la proximidad con el Barrio 31.

Además, Martín Pinus, director de su propia inmobiliaria, señala que la zona también se vio afectada por el cierre de locales y oficinas como consecuencia del auge del home office y la migración de empresas hacia otras áreas.


¿Un renacer urbano?

Durante el confinamiento, muchas familias porteñas optaron por mudarse a zonas suburbanas como Pilar, Escobar o Canning, atraídas por el verde y la posibilidad de trabajar desde casa. Según Tomás Seeber, socio de RGM Real Estate, “barrios como Recoleta o Retiro, que contaban con unidades espaciosas, tradicionales para familias numerosas, vieron cómo parte de su población migraba en busca de entornos más naturales”.

Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario, menciona otro factor: “El crecimiento descontrolado del Barrio 31 tuvo un impacto negativo en los precios de una zona que históricamente fue de las más valiosas de la ciudad”.

Aun así, el surgimiento de nuevos proyectos revitaliza las expectativas. Uno de los ejemplos más emblemáticos es la restauración del Plaza Hotel, donde se invertirán US$150 millones para su revalorización.


Patrimonio y modernidad, una fórmula que vuelve

Ubicado en una de las esquinas más emblemáticas de Buenos Aires, el Plaza Hotel fue construido en 1909 por Ernesto Tornquist con un diseño de estilo academicista francés. Actualmente, está siendo renovado por el Grupo Alvear, en conjunto con el estudio BMA, con el objetivo de fusionar hotelería, residencias de lujo y propuestas gastronómicas. Andrés Kalwill, su director, destaca que buscan “honrar la esencia del edificio, para que quien lo visite reconozca un espacio con identidad y valor histórico”.

A pocos pasos del Kavanagh y del Palacio Paz, sobre San Martín 1137, se encuentra también un petit hôtel de estilo ecléctico, originalmente residencia del arquitecto belga Jules Dormal. Vendido recientemente, su futuro uso aún es incierto.

Otro desarrollo que impulsa la zona se localiza a escasos 200 metros de la plaza, cerca de las torres Bellini: Spot Studios, un proyecto de usos mixtos con 14 pisos, que combina unidades residenciales, oficinas y propiedades para alquiler temporario en formato pool. Carlos Medina, de la desarrolladora Red, destaca: “Este sector ha logrado reconvertirse, y hoy incluso se adapta al turismo con edificios preparados para Airbnb, rodeados de hoteles de renombre como el Sheraton”.

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