VATICAN CITY, VATICAN - 2024/11/20: Pope Francis arrives in St. Peter's Square for his traditional General Audience in Vatican City. (Photo by Stefano Costantino/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)

A los 88 años y luego de 12 años de papado

El Vaticano informó que murió a las 7:35, hora de Roma, en su residencia de la Casa Santa Marta. Había retomado sus actividades recientemente.

Desde Roma

Después de su aparición pública en el Domingo de Pascua tras su hospitalización, el mundo quedó consternado al conocer la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido en la madrugada del 21 de abril en su apartamento de la Casa Santa Marta en Roma. El reconocimiento y homenaje de los líderes mundiales fue unánime, mientras miles de personas acudían al Vaticano para darle su último adiós. Se inicia ahora un periodo de especulación sobre quién será su sucesor al frente de la Iglesia Católica.

Durante sus doce años como pontífice, Francisco siempre se posicionó a favor de los pobres, en contra del cambio climático y las guerras, además de impulsar reformas estructurales en la Iglesia para fomentar una mayor transparencia, especialmente en el ámbito financiero, prevenir los abusos a menores y otorgar un rol relevante a las mujeres.


Los posibles sucesores de Francisco
El 13 de marzo de 2013, a los 76 años, el exarzobispo de Buenos Aires y cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido como máxima autoridad de la Iglesia católica. Decidió tomar el nombre de Francisco en homenaje a San Francisco de Asís, un santo muy respetado por su dedicación a los pobres y al cuidado del medio ambiente.


Un Papa sin precedentes
Francisco fue el primer Papa jesuita en la historia de la Iglesia y el primer latinoamericano, así como el primero en adoptar el nombre de Francisco. Estas características lo convirtieron en el centro de atención mundial, pero también en blanco de numerosas críticas por parte de sectores conservadores dentro de la Iglesia, quienes en ocasiones lo denominaron como un “papa comunista”, especialmente desde la Iglesia estadounidense, por su énfasis en los pobres.

“Mi pueblo es humilde y yo soy uno más de ellos”, solía decir según los datos biográficos oficiales. De este modo explicaba también por qué, siendo Papa, eligió vivir en un modesto apartamento en la Casa Santa Marta dentro del Vaticano, dejando atrás el lujoso palacio papal que habían ocupado sus predecesores.

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, en una familia emigrante proveniente del Piamonte, región norte de Italia. Su padre, Mario, trabajaba como contador en la empresa ferroviaria argentina, mientras que su madre, Regina, era ama de casa y se encargaba de la educación de sus cinco hijos. Residían en el barrio Flores de Buenos Aires.

Bergoglio se graduó como técnico químico, pero posteriormente decidió consagrarse al sacerdocio. El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote tras realizar el noviciado primero en Villa Devoto y luego en la Compañía de Jesús, es decir, con los jesuitas. Ejerció como docente en varias instituciones católicas y viajó a países como Chile, Alemania y España para perfeccionar sus estudios en ciencias humanas, filosofía y formación religiosa.

El 31 de julio de 1973 fue nombrado provincial (autoridad regional) de los jesuitas en Argentina, cargo que ocupó durante seis años. Fue acusado e investigado por su supuesta falta de ayuda a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes fueron secuestrados durante la dictadura militar argentina.

Bergoglio declaró años después que había intercedido por la liberación de ambos ante los dictadores Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. Los jesuitas fueron liberados tras cinco meses de cautiverio en la ESMA.

En 2013, Jalics manifestó haberse reconciliado con “aquellos hechos, que para mí están concluidos”. Sin embargo, reiteró que no haría comentarios sobre el rol de Bergoglio en el caso, según informó Página12.

“El esfuerzo de Bergoglio fue ayudar en lo posible”, sostuvo el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz.


De obispo a cardenal
El 27 de junio de 1992 fue ordenado obispo por Juan Pablo II, quien lo designó obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Desde 1998 ejerció como arzobispo de Buenos Aires, donde desarrolló un proyecto misionero enfocado en la comunión y evangelización. Según el Vaticano, sus cuatro objetivos principales fueron: comunidades abiertas y fraternales; protagonismo de un laicado consciente; evangelización dirigida a cada habitante; y asistencia a los pobres y enfermos.

En 2001, Juan Pablo II lo creó cardenal. A partir de entonces participó en diversas congregaciones vaticanas, como el Consejo Pontificio para la Familia y la Comisión Pontificia para América Latina. Fue parte del cónclave que eligió a Benedicto XVI en 2005.


El pontificado de Francisco
Durante su papado, Francisco escribió cuatro encíclicas principales: “Lumen Fidei” (2013), “Laudato si” (2015), “Fratelli tutti” (2020) y “Dilexit nos” (octubre de 2024). En particular, “Laudato si, sobre el cuidado de la casa común”, fue la primera encíclica en la que invitó a una “conversión ecológica”, destacando que la protección del medio ambiente está vinculada a la justicia social y a la resolución de problemas económicos basados únicamente en la ganancia. Otra encíclica notable fue “Fratelli tutti” (Todos hermanos), publicada en plena pandemia de COVID-19 para promover la solidaridad y ayudar a superar la crisis. “Nadie se salva solo”, repetía con frecuencia, subrayando la importancia de reconocer, valorar y amar a todas las personas sin importar su origen, según una famosa frase de San Francisco de Asís.

Francisco también redactó siete exhortaciones apostólicas (entre ellas una dedicada al Amazonas y otra a la crisis climática) y 39 constituciones apostólicas, algunas modificando normativas vigentes en el Vaticano, como el Código de Derecho Canónico y el papel de la Curia romana en el mundo. En los 24 mensajes “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) de Pascua y Navidad, realizaba balances socio-políticos del contexto global, enfocándose en sus últimos años en los conflictos bélicos y clamando por la paz.

Los pobres, migrantes, el cambio climático y los conflictos armados fueron temas constantes en sus discursos. También implementó reformas en la Santa Sede, tanto en transparencia económica como en la justicia vaticana, agilizando procesos y sanciones contra miembros de la Iglesia acusados de abusos sexuales, y promoviendo la inclusión de mujeres en distintos ámbitos.

Hasta 2024, más de 1,165 mujeres trabajaban en el Vaticano, un aumento considerable desde su elección en 2013. Aunque él aspiraba a que las mujeres ocuparan otros cargos, el sínodo de obispos de 2024 no aprobó dichas reformas, evidenciando la resistencia de algunos sectores que defienden una Iglesia tradicionalmente masculina donde las monjas tienen un rol secundario.

Frente a las críticas de algunos sectores conservadores durante su pontificado, Francisco siempre continuó su camino sin detenerse.


Viajes y salud de Francisco
Casi cuatro meses después de ser elegido Papa en marzo de 2013, Francisco emprendió su primer viaje como Pontífice a un destino inusual: la isla de Lampedusa, que recibía a miles de migrantes de África y Asia, siendo la zona europea más cercana a África. En el Mediterráneo cercano a esta isla, ya habían muerto más de 300 migrantes, y el Papa les rindió homenaje arrojando coronas de flores al mar, que describió en varias ocasiones como un cementerio.

En sus doce años de pontificado, realizó 28 viajes dentro de Italia y 48 al extranjero, incluyendo países como Mongolia, Portugal, Canadá, Irak, Grecia, Eslovaquia, Emiratos Árabes Unidos, Rumanía, Japón, Papua Nueva Guinea, Indonesia y Bélgica. De esos 48 viajes, 10 fueron a países latinoamericanos (Brasil, Chile, Perú, Panamá, Colombia, México, Cuba, Ecuador, Bolivia y Paraguay). Sin embargo, nunca viajó a Argentina, aunque en varias entrevistas mencionó su intención de hacerlo, incluso contemplando un posible viaje en 2025.

Se especuló mucho sobre los motivos de su ausencia en Argentina, pero nunca se confirmó la razón exacta. Su estado de salud complicaba un viaje de más de 12 horas entre Roma y Buenos Aires.

Francisco enfrentó varios problemas de salud en los últimos años, incluyendo resfriados e inflamación pulmonar, por lo que fue internado en el Policlínico Gemelli (del Vaticano) para controles, donde también estuvo hospitalizado el año anterior por neumonía. Cabe recordar que de joven le extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho debido a quistes, lo que lo hizo vulnerable a complicaciones respiratorias. La última hospitalización comenzó el 14 de febrero de este año y duró 38 días, agravada por una “infección polimicrobiana” y una “neumonía bilateral”.

En los últimos años, fue operado tres veces en el Gemelli: una por colon y dos por estómago. Además, tenía problemas en una rodilla que le impedían caminar o estar mucho tiempo de pie, por lo que se desplazaba en silla de ruedas.

A pesar del deterioro de su salud, en declaraciones a la prensa manifestó que no pensaba renunciar a su cargo, aunque algunos lo consideraban “inconsciente” por su constante actividad pese a sus limitaciones.

Durante sus últimos días en el hospital, no dejó de trabajar, nombrando obispos y aceptando renuncias. Incluso llamó varias veces a la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, la región palestina afectada por el conflicto con Israel, para interesarse por su situación. Hablaba con el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, responsable de esa parroquia.

En el Policlínico Gemelli estuvo prácticamente aislado por seguridad, alojado en el denominado “departamento de los Papas” en el décimo piso, donde también fue internado Juan Pablo II en varias ocasiones. Se trata de un pequeño apartamento que cuenta con una diminuta capilla. Francisco sólo recibió a sus dos secretarios y al personal sanitario que lo atendía, salvo el 19 de febrero, cuando la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo visitó y declaró haberlo encontrado en buen estado y bromista como siempre.

Francisco acostumbraba hacer chistes con todos. A sus médicos, cuando le preguntaban cómo estaba, respondía sonriente: “Todavía vivo, lamentablemente, gracias a ustedes”.


Libros y esperanza
Durante sus doce años de pontificado se publicaron numerosos libros sobre Francisco (“Más allá de los límites”, “La esperanza no defrauda nunca”, “Tierra, techo, trabajo”, entre otros), pero el más destacado salió hace pocos meses: “Spera” (“Espera”), una autobiografía que el Papa elaboró durante seis años junto al escritor Carlo Musso. En el libro narra detalles íntimos de su infancia, familia, adolescencia, preparación sacerdotal y mucho más. Inicialmente, Francisco quiso que la obra se publicara después de su muerte, pero el “Jubileo de la Esperanza” que inauguró en diciembre pasado y que se extenderá durante todo 2025, reuniendo artistas, periodistas, jóvenes, diáconos y mujeres de todo el mundo, le hizo cambiar de opinión. Para él, la esperanza es lo que necesita el mundo en este momento histórico de desastres naturales, guerras y crisis económicas.

Tras la ceremonia de despedida al Papa argentino comenzará el cónclave, es decir, la reunión en el Vaticano de cardenales de todo el mundo para elegir al nuevo Papa.

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