Ante el pronóstico de temperaturas inusualmente elevadas en gran parte del país, especialmente en la región metropolitana, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las distribuidoras eléctricas recomiendan adoptar hábitos de consumo energético responsable para evitar sobrecargas en el sistema, garantizar el suministro y, al mismo tiempo, cuidar el bolsillo de las familias porteñas.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por una ola de calor que afecta a diversas provincias, y en particular al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se esperan registros térmicos que superen los 35°C de forma sostenida. En este contexto, se vuelve fundamental implementar prácticas cotidianas de eficiencia energética, tanto para preservar el bienestar personal como para contribuir al equilibrio del sistema eléctrico.


El aire acondicionado, un consumo que debe ser gestionado con criterio

Uno de los principales factores de aumento en la demanda eléctrica durante los meses de verano es el uso intensivo del aire acondicionado. Desde las empresas Edenor y Edesur, responsables de la distribución energética en la Ciudad, recomiendan mantener una temperatura de 24°C en modo frío para optimizar el funcionamiento de estos equipos sin desperdiciar energía.

Asimismo, se sugiere utilizar la función “sleep” o “eco” durante las horas nocturnas. Este modo permite ajustar progresivamente la temperatura mientras el usuario duerme, y eventualmente apaga el equipo de forma automática, generando un ahorro energético significativo y garantizando el confort térmico.

Otro aspecto clave es el mantenimiento del equipo. Limpiar los filtros regularmente asegura un mejor rendimiento, evita obstrucciones que fuerzan el compresor y prolonga la vida útil del sistema. También se recomienda verificar que no haya pérdidas de refrigerante o fallas técnicas, que suelen traducirse en un mayor consumo sin un rendimiento eficiente.


Recomendaciones para un hogar energéticamente eficiente

Para complementar el uso responsable del aire acondicionado, las empresas energéticas y las autoridades del Gobierno porteño proponen una serie de buenas prácticas que pueden implementarse fácilmente en cualquier hogar:

  • Aislamiento térmico eficiente: Colocar burletes en puertas y ventanas ayuda a evitar la fuga de aire fresco y el ingreso de aire caliente. Las ventanas con doble vidrio o con tratamiento térmico contribuyen a conservar la temperatura interior de forma más estable y natural.
  • Zonificación del uso del aire acondicionado: En lugar de enfriar toda la casa, se recomienda climatizar solo los ambientes que estén ocupados, cerrando puertas para mantener la temperatura sin esfuerzo adicional.
  • Evitar la sobrecarga del sistema en horas pico: Entre las 13 y las 17 horas se concentra la mayor demanda de energía eléctrica. Evitar el uso simultáneo de electrodomésticos de alto consumo (como lavarropas, hornos eléctricos o pavas eléctricas) en esa franja horaria es una medida concreta que ayuda a estabilizar el sistema y previene cortes.

Opciones sin aire acondicionado: frescura sostenible y accesible

Para quienes buscan reducir el uso del aire acondicionado sin resignar confort, existen alternativas simples y efectivas:

  • Ventiladores: Ya sean de pie, de techo o de escritorio, los ventiladores representan una solución de bajo consumo. Combinados con ventilación cruzada (abrir ventanas opuestas para generar corriente), permiten reducir la sensación térmica de manera considerable. Además, utilizar ventiladores junto con el aire acondicionado puede distribuir mejor el aire frío, permitiendo regular el equipo a una temperatura más alta y ahorrar energía.
  • Control solar pasivo: Minimizar la incidencia directa del sol en los ambientes interiores es clave. Bajar persianas, utilizar cortinas blackout o instalar toldos y aleros puede reducir hasta un 80% la radiación solar que ingresa al hogar, lo cual disminuye significativamente la temperatura ambiente sin recurrir a sistemas eléctricos.
  • Incorporar vegetación: Las plantas de interior no solo embellecen el hogar, sino que también aportan humedad y frescura. Las especies como helechos, potus o palmas ayudan a mantener un clima más agradable, mientras que en balcones o terrazas, las enredaderas y techos verdes actúan como aislantes naturales, moderando la temperatura y filtrando contaminantes.
  • Cocinar en horarios adecuados: Se recomienda evitar el uso de hornos y cocinas eléctricas durante las horas de mayor calor, ya que generan calor adicional. Planificar comidas frías o utilizar electrodomésticos de menor consumo (como microondas o hornallas de inducción) puede ser una buena estrategia para mantener el ambiente fresco.
  • Iluminación eficiente: Cambiar las bombillas incandescentes por lámparas LED, además de reducir el consumo energético, disminuye el calor que emiten las fuentes de luz. Esta medida sencilla tiene un doble beneficio: ahorro en la factura eléctrica y mejora del confort térmico.

Adquisición inteligente: electrodomésticos con eficiencia energética

A la hora de renovar o adquirir electrodomésticos, desde Edenor y Edesur remarcan la importancia de elegir modelos con etiqueta de eficiencia energética clase A o superior. Estos equipos están diseñados para consumir menos energía sin sacrificar su rendimiento. Aunque su precio inicial pueda ser más alto, la diferencia se recupera en pocos meses gracias al ahorro en la factura de electricidad.

En el caso particular de los aires acondicionados, optar por modelos inverter —que regulan automáticamente la potencia del compresor según la temperatura del ambiente— representa una mejora considerable frente a los equipos tradicionales, ya que ahorran hasta un 40% de energía.


Cultura del ahorro energético: un compromiso colectivo

Frente a las altas temperaturas que se registran y que, según los expertos, podrían volverse cada vez más frecuentes debido al cambio climático, adoptar una conducta responsable en el uso de la energía no solo beneficia a cada hogar, sino que también contribuye a la sostenibilidad del sistema eléctrico y al cuidado del ambiente.

Además, fomentar estos hábitos en casa es una excelente oportunidad para educar a niñas, niños y adolescentes sobre el valor de la energía y el impacto del consumo cotidiano. La energía eléctrica es un recurso valioso que debe utilizarse de forma consciente, especialmente durante las olas de calor, cuando la demanda se dispara y el riesgo de cortes o fallas aumenta.


Recomendaciones adicionales ante el calor extremo

Además del uso responsable de la energía, las autoridades sanitarias y de protección civil recomiendan una serie de medidas para cuidar la salud frente al calor:

  • Mantenerse bien hidratado, bebiendo agua aunque no se tenga sed.
  • Evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas.
  • Usar ropa liviana, clara y holgada.
  • Evitar comidas abundantes y consumir frutas y verduras frescas.
  • En lo posible, permanecer en lugares frescos o con ventilación natural.

La actual ola de calor nos invita a reflexionar sobre la importancia de adoptar hábitos sostenibles y eficientes en el hogar. Desde el mantenimiento de los equipos de climatización hasta el aprovechamiento de soluciones naturales, cada decisión puede representar un ahorro significativo de energía, una mejora en la calidad de vida y una contribución concreta al cuidado del planeta.

La Ciudad, en coordinación con las distribuidoras eléctricas y diversas áreas gubernamentales, continuará promoviendo campañas de concientización y asistencia para acompañar a las familias porteñas en este desafío. Porque el uso responsable de la energía no solo es posible, sino también necesario.

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