El Ministerio de Salud de la Ciudad ha puesto en marcha la implementación de un Plan Anual e Integral orientado a la prevención y el cuidado relacionados con el mosquito transmisor del Dengue, así como la enfermedad en sí. El objetivo fundamental de este plan es promover y fomentar la participación activa de la comunidad en la erradicación de posibles criaderos del mosquito Aedes aegypti, tanto en espacios públicos como en viviendas y lugares de trabajo.

Aunque en la temporada de bajas temperaturas las condiciones no son las más favorables para la presencia de larvas ni de mosquitos adultos, es importante señalar que en lugares u objetos donde se acumule agua aún pueden encontrarse huevos que, con la llegada de la primavera, podrían eclosionar, lo que incrementaría el riesgo de propagación de la enfermedad.

El Plan Integral de Prevención, Control y Vigilancia de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos (ETM), que se desarrolla de manera continua durante todo el año, está organizado en cuatro etapas epidemiológicas en relación con el Dengue. Cada una de estas fases está diseñada para abordar de manera estratégica las diferentes circunstancias y riesgos asociados a la transmisión del virus.

Etapa 1: Julio – Septiembre

El primer estadio se extiende entre los meses de julio y septiembre, y se considera la etapa más adecuada para llevar a cabo acciones preventivas y eliminar los posibles criaderos del mosquito. Durante este período, si bien no hay presencia activa de larvas ni mosquitos adultos, sí pueden encontrarse huevos que, en condiciones favorables, podrían eclosionar y dar lugar a nuevas generaciones del vector. En este contexto, la tarea principal es la eliminación de cualquier acumulación de agua en espacios cerrados o abiertos. Además, esta fase es crucial para llevar a cabo la sensibilización de la comunidad, instándola a identificar y remover los lugares donde pueden proliferar los huevos del mosquito.

Etapa 2: Octubre – Noviembre

Entre los meses de octubre y noviembre, aunque aún no se han detectado casos de transmisión local del virus del Dengue, ya se empieza a observar la presencia de mosquitos adultos. Durante este periodo, las actividades de la primera etapa continúan de manera constante, ya que la eliminación de criaderos sigue siendo la medida preventiva clave. No obstante, en esta fase se incorporan nuevas acciones, como la ampliación de la red de sensores de ovipostura, que pasan de 180 a 260 unidades, con el objetivo de monitorear de manera más precisa la presencia de los mosquitos. También se da inicio a la estrategia de descacharreo en aquellas zonas donde los sensores indican presencia de los vectores, lo que implica la recolección y disposición adecuada de objetos que puedan almacenar agua, como neumáticos, latas o botellas.

Etapa 3: Diciembre – Febrero

En el tercer estadio, que abarca de diciembre a febrero, ya se observa la presencia activa del mosquito vector, lo que incrementa la probabilidad de transmisión local del virus. Durante esta fase, los casos autóctonos de Dengue comienzan a aumentar, lo que implica una mayor preocupación por la propagación de la enfermedad. En este contexto, se pone en marcha el fortalecimiento del sistema de atención a personas con fiebre, facilitando el diagnóstico y tratamiento temprano de los casos sospechosos. El monitoreo y las medidas de control continúan, con especial énfasis en la detección precoz y el seguimiento de las personas infectadas para evitar que el brote se propague a otras áreas.

Etapa 4: Marzo – Mayo/Juni

Finalmente, entre los meses de marzo y mayo o junio, se alcanza el cuarto estadio, que es cuando se produce el pico del brote de Dengue. Durante este periodo, la cantidad de casos confirmados aumenta considerablemente, lo que exige la implementación de medidas urgentes para controlar la propagación del virus. El Plan Integral contempla la rápida atención de los casos confirmados, así como la fumigación en los domicilios de las personas afectadas, con el fin de reducir la población de mosquitos adultos y prevenir la diseminación del virus en otras áreas. Esta etapa se caracteriza por la intensificación de los esfuerzos de control en las zonas más afectadas, con el objetivo de mitigar el impacto de la enfermedad y contener el brote.

Actividades Realizadas y Futuras

Desde el inicio de la campaña en mayo, se han realizado más de 50 actividades de concientización y prevención en diversos puntos de la ciudad, incluyendo escuelas, hospitales y clubes de barrio. Estas actividades se han centrado en la educación de la comunidad sobre la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos, así como en proporcionar información sobre los síntomas del Dengue y las medidas preventivas a tomar.

Además, el Gobierno de la Ciudad tiene previsto llevar a cabo otras 80 actividades preventivas adicionales durante el mes de septiembre, lo que demuestra un compromiso constante con la protección de la salud de los habitantes de la ciudad.

Estudio de Seroprevalencia

Otro aspecto clave del plan es la implementación de un Estudio de Seroprevalencia de Dengue, que se llevará a cabo en los próximos meses. Este estudio consistirá en un operativo casa por casa en distintas áreas de la ciudad, con el objetivo de estimar el número de personas que han tenido contacto con el virus, incluso si no han presentado síntomas. El estudio proporcionará datos valiosos sobre la extensión de la enfermedad en la población y permitirá identificar posibles focos de transmisión que puedan haber pasado desapercibidos. Los resultados de este operativo serán fundamentales para ajustar las estrategias de prevención y control del Dengue, garantizando una respuesta más efectiva ante futuros brotes.

En resumen, el Plan Anual e Integral para la Prevención y el cuidado contra el Dengue no solo se enfoca en el control del mosquito Aedes aegypti, sino que también busca involucrar a la comunidad de manera activa en la eliminación de criaderos y en la concientización sobre los riesgos de la enfermedad. Las acciones están cuidadosamente estructuradas en diferentes etapas, adaptándose a las particularidades de cada periodo del año, y se complementan con estudios científicos que permiten mejorar continuamente la estrategia. Con la colaboración de los vecinos y la implementación constante de medidas preventivas, se espera reducir al máximo la propagación del virus y proteger la salud de la población de la Ciudad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *