En la tarde del miércoles 10 de julio de 2024, alrededor de las 14:30 horas, un hecho de inseguridad fue frustrado en el barrio porteño de Núñez gracias a la rápida intervención policial. El incidente tuvo lugar en la intersección de las calles O’Higgins y Manuela Pedraza, donde un agente de la modalidad ciclista, que patrullaba la zona como parte de su rutina habitual, advirtió la presencia de un individuo en actitud sospechosa junto a un vehículo estacionado.
Según se informó desde la Comisaría Vecinal 13 B, el efectivo detectó que un hombre se encontraba manipulando la puerta delantera derecha de un Renault con un destornillador, en un claro intento por abrirla de manera forzada. Al constatar la maniobra, el oficial procedió de inmediato a dar aviso por radio al centro de operaciones policiales, solicitando apoyo en el lugar ante la posibilidad de estar presenciando un intento de robo automotor.
Intervención inmediata y detención
Minutos después del llamado, una unidad móvil de la Policía de la Ciudad arribó al sitio indicado, donde los oficiales lograron interceptar al sospechoso aún en el lugar de los hechos. Durante la identificación, se procedió a realizar una requisa preventiva, conforme a los protocolos vigentes en materia de intervención policial ante sospechas de delito flagrante.
En el interior de la mochila que portaba el individuo, los efectivos encontraron no solo el destornillador con el que presuntamente estaba intentando vulnerar el cierre del automóvil, sino también diversas herramientas adicionales y efectos personales que podrían estar vinculados a otros episodios similares.
El detenido, un hombre de 48 años de edad, fue inmediatamente puesto a disposición de la justicia. La Fiscalía Saavedra-Núñez, a cargo del Dr. José María Campagnoli, tomó intervención en el caso, ordenando su detención formal bajo sospecha de tentativa de robo y otras posibles figuras delictivas.
Investigación en curso y búsqueda del propietario del vehículo
En paralelo, se instruyó a la fuerza policial para localizar al propietario del rodado afectado, con el propósito de tomarle declaración y avanzar en la recolección de pruebas que permitan confirmar los daños ocasionados en el vehículo y determinar si se sustrajo algún objeto del interior.
Desde la Fiscalía se dispuso también que se analicen las cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas, a fin de establecer si el sospechoso actuaba solo o si formaba parte de una organización delictiva dedicada a la sustracción de vehículos o pertenencias del interior de los mismos. Cabe recordar que la modalidad conocida como “robo tipo escruche de autos estacionados” ha tenido diversos antecedentes en la zona norte de la ciudad.
Relevancia del patrullaje en bicicleta
Este hecho resalta una vez más la importancia del patrullaje a pie y en bicicleta que realiza la Policía de la Ciudad en los barrios porteños. La presencia constante de agentes en recorridos preventivos permite detectar actitudes inusuales o maniobras sospechosas, posibilitando intervenciones más rápidas y efectivas, especialmente en zonas residenciales de alta circulación peatonal, como ocurre en Núñez.
El oficial actuante, al realizar tareas de vigilancia montado en bicicleta, logró una proximidad clave con el entorno, lo cual resultó determinante para advertir el accionar delictivo y proceder de manera eficaz. Esta modalidad de patrullaje permite no solo una mayor cobertura territorial, sino también un contacto más directo con los vecinos, fortaleciendo el vínculo entre la comunidad y las fuerzas de seguridad.
Un delito en contexto: los robos a autos en vía pública
El robo o intento de robo a vehículos estacionados en la vía pública es una problemática que se repite en diversos puntos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las maniobras suelen realizarse con herramientas sencillas —como destornilladores, ganzúas o llaves adulteradas—, y pueden tener diferentes objetivos: desde sustraer pertenencias del interior del vehículo hasta, en casos más complejos, intentar llevarse el auto completo.
En este sentido, fuentes policiales destacaron que el sospechoso detenido no logró abrir completamente la puerta del vehículo ni sustraer ningún elemento en el momento de la aprehensión. No obstante, los daños provocados al intentar forzar el cierre constituyen un delito en grado de tentativa, por lo que deberá responder ante la justicia.
Además, la Fiscalía no descarta que el imputado pudiera tener antecedentes penales, razón por la cual se están llevando a cabo cruces de datos con bases del sistema penal para verificar si existen causas abiertas u órdenes de detención previas en su contra.
Recomendaciones a los vecinos
A raíz de este hecho, las autoridades reiteraron a la población la importancia de tomar recaudos al dejar vehículos estacionados en la vía pública, especialmente en zonas menos transitadas o en horarios de baja circulación. Entre las recomendaciones más destacadas figuran:
- No dejar objetos de valor a la vista en el interior del vehículo.
- Utilizar sistemas de seguridad adicionales, como trabavolantes o alarmas.
- Denunciar inmediatamente cualquier actitud sospechosa al 911.
- En caso de sufrir un hecho similar, realizar la denuncia formal en la comisaría más cercana.
Asimismo, se alienta a los vecinos a colaborar activamente con las autoridades, aportando datos, registros de cámaras particulares o testimonios que puedan ser útiles para esclarecer este y otros hechos delictivos ocurridos en el barrio.
Intervención judicial y próximos pasos
El detenido permanece alojado en dependencias policiales, a disposición del Ministerio Público Fiscal, mientras se evalúa su situación procesal. La carátula inicial del caso es “tentativa de robo sobre vehículo estacionado”, aunque podría ser modificada o ampliada según lo que surja de la investigación preliminar.
La Comisaría Vecinal 13 B quedó a cargo de las actuaciones, en coordinación directa con el equipo del fiscal Campagnoli, que es reconocido por su enfoque firme en causas vinculadas al delito urbano, particularmente aquellas relacionadas con delitos contra la propiedad.
Este tipo de intervenciones —rápidas, eficaces y con sustento probatorio— refuerzan el trabajo articulado entre las fuerzas de seguridad porteñas y el Poder Judicial, en pos de una Ciudad más segura, donde se priorice la prevención del delito y la rápida respuesta ante situaciones de riesgo.