El Programa Hidráulico de la Ciudad continúa con el avance de las labores de excavación de la máquina tuneladora en el trayecto secundario Yerbal, que complementa y refuerza la Cuenca del Arroyo Cildañez. Este tramo tiene una importancia significativa en el sistema hidráulico, pues contribuye a mejorar la eficiencia del manejo del agua en la región, protegiendo a miles de vecinos de situaciones de inundación.
El trayecto en cuestión consiste en un conducto principal de hormigón armado, con una longitud de 2,3 kilómetros, que sigue un trazado subterráneo a lo largo de la calle Yerbal, desde su intersección con Bahía Blanca hasta llegar a Ruiz de los Llanos. Las labores de construcción y excavación están programadas para concluir en el último trimestre de este mismo año, lo que representa un avance importante en los plazos establecidos para esta fase del proyecto.
Hasta el momento, se han realizado con éxito las obras principales en las cuencas de los arroyos Maldonado, Vega y Cildañez, lo que ha permitido mejorar significativamente la infraestructura hidráulica en estos sectores. Actualmente, se están llevando a cabo las obras correspondientes a los trayectos secundarios de dichos arroyos, con el objetivo de asegurar que el sistema hidráulico sea más efectivo y cubra la mayor extensión posible de la ciudad.
“El trayecto Yerbal es una de las obras hidráulicas más destacadas dentro del conjunto de trabajos destinados a la Cuenca del Cildañez, beneficiando a más de 100 mil vecinos y cubriendo un tramo de 2,3 kilómetros. Este esfuerzo es parte de un plan integral que comenzó hace 16 años y que busca completar todas las obras hidráulicas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Seguimos trabajando con dedicación en la ejecución de estas infraestructuras invisibles pero que tienen un impacto directo en la vida cotidiana de las personas”, expresó el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri.
En su discurso, el Jefe de Gobierno explicó que la principal finalidad de estos trabajos es prevenir posibles inundaciones repentinas que puedan ocurrir como consecuencia de las intensas lluvias de los últimos meses, las cuales están asociadas al cambio climático. “Iniciamos las labores desde el norte, en la parte superior de la cuenca, y hemos estado avanzando de manera progresiva hacia el sur. Estas obras de infraestructura, aunque no siempre son visibles a simple vista, están diseñadas para mitigar los efectos de las inundaciones y proteger a la población. Los resultados de estas intervenciones son muy concretos y tienen un impacto positivo en el día a día de los vecinos”, señaló Macri.
Estas acciones son parte de un Programa Hidráulico Integral, cuyo objetivo es beneficiar a más de 2,4 millones de personas en toda la Ciudad de Buenos Aires. Las intervenciones se han llevado a cabo en diferentes barrios, como Villa Ortúzar, Floresta, Villa Urquiza, La Paternal, Villa Crespo, Palermo, La Boca, Villa Soldati, Lugano, Recoleta, Belgrano, Saavedra, Barrio 31, Nueva Pompeya, Núñez, Colegiales, Coghlan, Parque Chas, Agronomía, entre otros, beneficiando a miles de familias que se ven directamente afectadas por las lluvias y el mal manejo del agua en algunas zonas.
Durante la visita a las obras, Jorge Macri estuvo acompañado por el Ministro de Infraestructura, Pablo Bereciartua, quien destacó la importancia de continuar con este tipo de intervenciones. “El objetivo para los próximos años es aumentar la resiliencia de la ciudad ante fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y extremos. Con una agenda de inversión garantizada para los próximos años, el Programa Hidráulico se presenta como una herramienta clave para adaptar la ciudad a los nuevos desafíos que impone el cambio climático y proteger a más barrios y vecinos”, comentó Bereciartua.
En este sentido, Jorge Macri reiteró su compromiso con el futuro de la Ciudad, subrayando la necesidad de prepararse para las situaciones de cambio climático que ya están ocurriendo. “Es fundamental que, como ciudad, no solo pensemos en el presente, sino también en el futuro. Las obras que estamos llevando a cabo no solo resuelven problemas inmediatos, sino que también nos permiten anticiparnos a los retos que nos depara el cambio climático. Continuaremos trabajando en mejorar la calidad de vida de los vecinos día a día, con el objetivo de estar mejor preparados para los desafíos del mañana”, agregó el Jefe de Gobierno.
La Ciudad de Buenos Aires está atravesada por diversos arroyos que desembocan en el Río de la Plata y en el Río Matanza-Riachuelo, cuyas aguas, en muchas ocasiones, pueden generar serios problemas de inundaciones y anegamientos en varias zonas. Es por ello que el Programa Hidráulico contempla una serie de obras que tienen como objetivo encauzar y dirigir las aguas de estos arroyos para garantizar un sistema de drenaje más eficiente y eficaz, contribuyendo así al bienestar y seguridad de los vecinos.
En resumen, el Programa Hidráulico sigue avanzando con paso firme, realizando intervenciones que, aunque no siempre sean perceptibles de inmediato, tienen un impacto crucial en la vida cotidiana de los habitantes de la Ciudad. Las obras hidráulicas, como las que se están ejecutando en el trayecto Yerbal y en otros puntos de la ciudad, constituyen un esfuerzo continuo y sostenido para proteger a la población, mejorar las condiciones de vida y asegurar que Buenos Aires esté mejor preparada para hacer frente a los desafíos que el cambio climático ya está trayendo consigo.
Estas iniciativas no solo forman parte de un plan de corto plazo, sino que se enmarcan en una estrategia a largo plazo para garantizar que la infraestructura de la ciudad esté a la altura de los nuevos tiempos y pueda hacer frente a los fenómenos climáticos extremos que cada vez se vuelven más comunes en muchas partes del mundo.
Por último, es importante destacar que este tipo de intervenciones, aunque puedan parecer invisibles en el día a día, son fundamentales para el funcionamiento de la ciudad en su conjunto. Las obras hidráulicas, lejos de ser una prioridad evidente, son un pilar esencial para el desarrollo urbano y la calidad de vida de los ciudadanos, pues sin un adecuado sistema de manejo de aguas, los efectos de las lluvias y el cambio climático serían mucho más devastadores para la población.