Desde principios de marzo, las instituciones educativas de la Escuela Primaria N° 15 Provincia de Santa Fe y el Jardín N° 5 DE 10 Pablo Picasso, ubicadas en el barrio de Saavedra, han estado atravesando una grave situación que afecta a más de 800 estudiantes. Ambas escuelas, situadas en la calle Pico y Vidal, han estado sin servicio eléctrico desde las intensas lluvias que tuvieron lugar a principios de ese mes, provocando filtraciones de agua que comprometieron el tendido eléctrico. Como resultado, las aulas se han sumido en la oscuridad, y las clases se imparten a duras penas utilizando linternas y la escasa luz solar que entra por las ventanas.
La comunidad educativa de Saavedra ha comenzado a movilizarse para visibilizar esta problemática. Este miércoles a las 12:30 horas se llevará a cabo una jornada de protesta denominada «Faroleada», que consistirá en una intervención artística para exigir soluciones inmediatas para el Jardín Pablo Picasso y, más ampliamente, en defensa de la educación pública.
Las Consecuencias del Apagón Escolar
La situación en estas escuelas es alarmante. En el caso del Jardín Pablo Picasso, de sus cinco aulas, cuatro permanecen completamente oscuras, lo que dificulta gravemente el normal desarrollo de las actividades educativas. La falta de electricidad también ha obligado a las maestras a recurrir a linternas para poder impartir clases, lo que, según denuncian los docentes, hace aún más compleja la enseñanza. La comunidad educativa ha señalado que el problema no es nuevo, ya que el sistema eléctrico del edificio ya venía funcionando de manera deficiente desde hace años, a pesar de los constantes reclamos por parte de las familias y la dirección.
Inés Duacastella, presidenta de la cooperadora del jardín y madre de una estudiante, explicó que los problemas en la institución comenzaron incluso antes de que comenzaran las clases, cuando la escuela sufrió un robo que dejó a las instalaciones dañadas. “La escuela viene muy castigada desde hace años y para colmo, antes de empezar las clases sufrimos un robo muy grande donde rompieron puertas, candados, se llevaron computadoras, la consola de música, y luego vinieron las lluvias del 12 de marzo, y desde entonces estamos sin luz”, explicó Duacastella, quien expresó su frustración ante la falta de respuestas por parte de las autoridades.
Reclamando Soluciones Inmediatas
La comunidad educativa ha realizado diversos reclamos a las autoridades educativas, pero según los testimonios, las respuestas han sido insatisfactorias. Las soluciones ofrecidas hasta ahora han sido vagas y no han dado resultado. Las autoridades se han limitado a derivar la problemática a otras áreas, sin aportar una solución concreta. Los docentes y las familias también han solicitado la posibilidad de utilizar generadores eléctricos de emergencia, pero esta alternativa fue descartada debido a que el problema radica en el cableado interno de los edificios.
El problema de la falta de mantenimiento en las escuelas también ha sido una constante. En el caso del Jardín Pablo Picasso, se denuncia la ausencia de medidas de seguridad adecuadas, como cámaras de vigilancia, lo que deja a las instituciones vulnerables a robos y otros inconvenientes. La situación refleja una falta de inversión en infraestructura escolar, lo que pone en riesgo no solo el bienestar de los estudiantes, sino también la calidad de la educación que se les brinda.
Una Protesta para Iluminar la Desidia
Ante esta realidad, la comunidad educativa ha decidido movilizarse. La protesta de la «Faroleada» busca llamar la atención sobre la situación de las escuelas y exigir soluciones urgentes. La intervención artística tiene como objetivo no solo iluminar de manera simbólica las aulas en penumbra, sino también arrojar luz sobre la desidia en que se encuentran muchas escuelas públicas, que carecen de las condiciones mínimas para el desarrollo educativo de los estudiantes.
La comunidad educativa espera que las autoridades porteñas asuman su responsabilidad y actúen de manera inmediata para solucionar el problema de la falta de luz y la deficiencia en la infraestructura escolar. La situación de las escuelas no solo se limita a la falta de electricidad, sino que también pone en evidencia un abandono en el mantenimiento y la seguridad de los edificios escolares, lo que afecta gravemente a los estudiantes, las docentes y a toda la comunidad educativa.
Exigiendo un Futuro Mejor para la Educación Pública
La protesta de este miércoles es solo una de las muchas iniciativas que la comunidad educativa de Saavedra está llevando a cabo para reclamar por un futuro mejor para la educación pública. Los padres, docentes y estudiantes han demostrado un firme compromiso con la mejora de las condiciones educativas, exigiendo a las autoridades que garanticen a los alumnos un entorno seguro, cómodo y adecuado para el aprendizaje. La lucha no es solo por la electricidad, sino por una educación pública de calidad y por la inversión en infraestructuras que permitan un desarrollo adecuado de los niños y jóvenes de la Ciudad.
Es urgente que el gobierno porteño tome cartas en el asunto y trabaje en conjunto con las comunidades educativas para resolver esta y otras problemáticas que afectan a las escuelas públicas. La educación es un derecho fundamental, y las autoridades deben garantizar que todos los estudiantes puedan acceder a un entorno adecuado para aprender y desarrollarse.