Ante la llegada del verano y las altas temperaturas que azotan con frecuencia a la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno porteño ha intensificado las acciones destinadas a controlar y mitigar la propagación del dengue y otras enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti. A través del Plan Estratégico Operativo Integrado, se desarrollan medidas permanentes durante todo el año, pero que se refuerzan especialmente durante los meses de mayor riesgo epidemiológico.
Este plan no solo busca combatir el dengue, sino que también apunta a prevenir el contagio de otras enfermedades como la fiebre amarilla, el zika y el chikungunya, todas ellas transmitidas por el mismo vector. La prevención, por tanto, se ha convertido en una política pública prioritaria, ya que estos virus pueden generar desde síntomas leves hasta complicaciones graves que requieren hospitalización.
Más que una campaña: una estrategia integral y sostenida
El Ministerio de Salud de la Ciudad, en conjunto con el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, lleva adelante una serie de intervenciones sistemáticas y focalizadas que incluyen acciones preventivas, control sanitario, monitoreo ambiental y tareas de concientización. Además, el enfoque incluye una activa participación ciudadana, clave para limitar la reproducción del mosquito en ámbitos domiciliarios.
Entre las tareas que se implementan se destacan:
- La fumigación y el rociado en espacios verdes y zonas comunes.
- El descacharrado en barrios vulnerables.
- Inspecciones en viviendas y espacios públicos para detectar criaderos de mosquitos.
- Charlas informativas y talleres para vecinos, especialmente en escuelas y centros comunitarios.
Las acciones se concentran especialmente en barrios donde ya se han detectado casos positivos o sospechosos, tales como Rodrigo Bueno, Saldías, Mitre y Barrio 20, aunque progresivamente se expanden a otros sectores del distrito en función del avance del brote.
¿Cómo se reproduce el mosquito Aedes aegypti?
El Aedes aegypti es un mosquito urbano que se reproduce en pequeños recipientes con agua limpia estancada. La hembra deposita sus huevos en las paredes de estos objetos, y dichos huevos pueden sobrevivir varios meses incluso si el recipiente se seca, volviendo a activarse cuando entra nuevamente en contacto con el agua. Por eso, el control del mosquito no debe cesar en ningún momento del año.
Es esencial comprender que el 80% de los criaderos de mosquitos se encuentran dentro de las casas o en sus alrededores inmediatos. De ahí la importancia de las medidas de higiene doméstica y del rol que cada vecino cumple en esta lucha sanitaria.
Medidas básicas de prevención en el hogar
El Gobierno porteño recuerda una serie de acciones que toda persona puede llevar a cabo para evitar la proliferación del mosquito y, en consecuencia, del virus:
- Eliminar recipientes innecesarios como latas, botellas, neumáticos y baldes en desuso.
- Tapar tanques de agua y depósitos para que no entren insectos.
- Cambiar el agua de los floreros y bebederos de animales todos los días.
- Colocar boca abajo cubos y recipientes que puedan acumular agua durante lluvias.
- Limpiar canaletas y rejillas que puedan obstruirse con hojas y residuos.
- Mantener las piletas limpias y cloradas, o bien cubiertas con lonas que no acumulen agua.
- Agregar arena húmeda a los portamacetas, evitando que acumulen líquido.
Estas prácticas, si bien simples, son fundamentales para romper el ciclo reproductivo del mosquito y evitar que los huevos lleguen a convertirse en adultos capaces de contagiar enfermedades.
Cómo evitar las picaduras
Además de la eliminación de criaderos, es importante tomar precauciones para evitar ser picado por mosquitos infectados, especialmente si se vive en zonas de circulación del virus o se presentan síntomas compatibles.
Las recomendaciones incluyen:
- Usar ropa clara y que cubra la mayor parte del cuerpo, especialmente al amanecer y al atardecer.
- Aplicar repelente sobre la piel expuesta, renovándolo cada pocas horas, especialmente si se suda.
- Colocar telas mosquiteras en ventanas y puertas y mantener los ambientes ventilados.
- Proteger las cunas y cochecitos de los bebés con tul o malla fina.
- En interiores, se puede recurrir a espirales o pastillas antimosquitos, siempre con ventilación adecuada.
¿Qué hacer en caso de síntomas?
Aunque muchas personas pueden cursar la enfermedad de forma asintomática, los síntomas suelen aparecer entre cinco y siete días después de la picadura del mosquito infectado. Por eso es clave estar atentos a las siguientes señales:
- Fiebre alta repentina (no mayor a una semana)
- Dolores intensos de cabeza y detrás de los ojos
- Dolores musculares o articulares
- Erupciones cutáneas acompañadas de picazón
- Cansancio o fatiga persistente
- Náuseas o vómitos
En los casos más graves, puede haber hemorragias, vómitos continuos, dificultad para respirar o pérdida de conciencia, situaciones que requieren asistencia médica urgente.
Frente a cualquier sospecha, es importante no automedicarse, ya que algunos fármacos pueden agravar los síntomas. Se recomienda consultar en centros de salud cercanos o líneas de orientación médica y continuar extremando las medidas de protección para evitar que otras personas también se infecten.
Una responsabilidad compartida
Desde el Gobierno de la Ciudad hacen hincapié en que el éxito del combate contra el dengue no depende exclusivamente del accionar estatal, sino que requiere del compromiso cotidiano de cada ciudadano. Evitar la acumulación de agua, usar repelente y mantener limpios los espacios comunes son tareas que todos pueden cumplir para proteger la salud individual y colectiva.
En palabras de autoridades sanitarias, “la lucha contra el dengue comienza en casa y se gana con constancia”.
¿Dónde denunciar criaderos?
Los vecinos que identifiquen posibles criaderos de mosquitos o situaciones de riesgo pueden comunicarse a través de los siguientes canales:
- Llamando al 147
- Ingresando en el sitio oficial del Gobierno de la Ciudad: buenosaires.gob.ar
- Usando la app “BA 147”, que permite realizar denuncias, recibir alertas sobre zonas de riesgo y consultar recomendaciones actualizadas.