Durante el año 2023, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires redobló su compromiso con las personas en situación de vulnerabilidad social a través del programa Redes por la Inclusión, una política pública impulsada por la Dirección General de Desarrollo e Inclusión Social. Gracias a esta iniciativa, más de 1750 personas lograron mejorar significativamente sus posibilidades de inserción en el mercado laboral y avanzar hacia una mayor autonomía personal y económica.
El programa tuvo como eje central el desarrollo de estrategias formativas y de acompañamiento integral, orientadas a individuos que enfrentan situaciones de precariedad habitacional o exclusión estructural. A lo largo del año, se consolidaron alianzas estratégicas con entidades educativas, asociaciones gremiales y organizaciones del tercer sector, que resultaron clave para ejecutar los objetivos planteados.
Alianzas institucionales y formación en oficios
Uno de los pilares del programa fue la implementación de 42 cursos de formación profesional en oficios diversos, que se llevaron adelante en colaboración con instituciones reconocidas como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), la Unión de Peinadores, y la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas, entre muchas otras. Estas formaciones se orientaron a brindar herramientas concretas para facilitar la empleabilidad de los participantes, con contenidos específicos según cada rubro.
Paralelamente, se dictaron 115 talleres socioeducativos centrados en el desarrollo de habilidades blandas y competencias transversales necesarias para la inserción laboral. Estas actividades fueron conducidas por especialistas del Centro para la Autonomía y el Desarrollo (Cepade), quienes abordaron temáticas como la comunicación efectiva, la construcción de un currículum vitae, el manejo responsable de finanzas personales y el uso adecuado de las redes sociales para fines profesionales.
Acompañamiento y aumento en la participación
A lo largo de 2023, el número de personas alcanzadas por estas acciones se incrementó de forma notable. En comparación con el año anterior, la participación en el programa creció un 200%, un dato que refleja no solo la mayor difusión e implementación territorial del plan, sino también la efectividad de los mecanismos de articulación entre áreas gubernamentales y actores comunitarios. Los beneficiarios provinieron, principalmente, de los Centros de Inclusión Social (CIS) y del programa Apoyo Habitacional, dos de las herramientas fundamentales para abordar la problemática del acceso a la vivienda en la ciudad.
Desde la Dirección General de Desarrollo e Inclusión Social, se destacó que este modelo de intervención tiene como objetivo ampliar las oportunidades de empleo formal y promover el surgimiento de proyectos productivos sostenibles. La capacitación no es considerada como una acción aislada, sino como parte de un enfoque integral que combina la formación, la asistencia personalizada y el acompañamiento en diversas dimensiones de la vida cotidiana.
Emprendimientos, asistencia técnica y apoyo institucional
Además de las capacitaciones, el programa desplegó una línea de apoyo técnico y económico para emprendedores sociales, brindando recursos materiales, asesoramiento legal y seguimiento en la implementación de iniciativas autogestivas. Las gerencias de Estrategias de Acompañamiento y Desarrollo y de Vinculación Institucional desempeñaron un papel fundamental en esta etapa, fortaleciendo las redes de apoyo y facilitando gestiones administrativas esenciales para los participantes.
Entre los servicios prestados se incluyeron el acceso a turnos médicos, la tramitación de documentos personales (como DNI), la obtención de vacantes escolares y el fortalecimiento de vínculos familiares, promoviendo la reunificación en casos de separación por situación de calle. Gracias a este enfoque multifacético, más de 500 personas egresaron exitosamente de un CIS, logrando mejorar sus condiciones de vida y retomar proyectos personales interrumpidos.
Acciones culturales, deportivas y de salud: un enfoque integral
Con la convicción de que la inclusión no solo se construye a través del empleo, sino también mediante el acceso a la cultura, el deporte y la salud, el programa implementó múltiples iniciativas en el marco de una perspectiva holística de intervención social. En los CIS se organizaron actividades recreativas, encuentros deportivos y propuestas culturales, destinadas a promover la convivencia, fortalecer los vínculos comunitarios y generar espacios de expresión e integración.
En paralelo, se diseñaron nuevas estrategias orientadas a garantizar el acceso a la salud para personas en situación de calle. Uno de los avances más significativos fue la incorporación de profesionales de la salud al Dispositivo de Primer Acercamiento (DIPA), un espacio pensado para la atención médica temprana y la derivación oportuna de casos complejos. Más de 1600 personas fueron asistidas por médicos clínicos, psiquiatras, odontólogos, traumatólogos y psicólogos, recibiendo atención en los propios dispositivos y en operativos itinerantes.
Innovación en la atención social: el móvil integral
Una de las iniciativas más innovadoras del año fue la puesta en funcionamiento de un ómnibus transformado en unidad móvil de asistencia social integral, equipado con tres consultorios. Este vehículo fue el resultado de una colaboración con la asociación ¿Me Regalás una Hora?, conformada por médicos voluntarios, y ya realizó más de 80 operativos en espacios públicos, centros comunitarios y Centros de Inclusión Social.
Este dispositivo móvil permite llevar servicios esenciales directamente a los territorios, reduciendo barreras de acceso para las personas en mayor situación de vulnerabilidad. A bordo se brinda atención médica general, asesoramiento psicosocial, orientación legal y derivaciones a otros programas sociales del Gobierno de la Ciudad.
Asimismo, en articulación con diversas áreas gubernamentales, se desarrolló la campaña itinerante “Hacete el PAP”, orientada a mujeres que residen en barrios populares o están alojadas en CIS. Esta propuesta tuvo como objetivo prevenir el cáncer de cuello uterino, facilitando la realización gratuita del examen de Papanicolau en unidades móviles sanitarias, con un enfoque de cuidado integral de la salud femenina.
Una política pública con impacto social
Las acciones del programa Redes por la Inclusión se inscriben en una estrategia más amplia de la Ciudad de Buenos Aires, que busca construir puentes entre los derechos sociales y las oportunidades concretas. La articulación entre organismos estatales, organizaciones sociales, universidades y entidades privadas ha permitido construir respuestas más sólidas y sostenibles frente a la exclusión.
El significativo aumento en la participación, la multiplicidad de áreas abordadas y la calidad de las propuestas formativas demuestran que es posible avanzar hacia una inclusión real, que no se limite a cubrir necesidades urgentes, sino que apunte a transformar vidas desde el empoderamiento, la autonomía y la dignidad.
Como sostienen desde la Dirección General de Desarrollo e Inclusión Social, “cuando las personas acceden a oportunidades concretas, el horizonte se amplía, y con él, la posibilidad de construir un proyecto de vida pleno”. Ese es el norte de Redes por la Inclusión: un camino hacia la integración, basado en la capacitación, el acompañamiento y la construcción colectiva de un futuro con más equidad.