Durante la celebración de Nochebuena de 2023, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires intensificó sus operativos de control de tránsito, con el objetivo de reforzar la seguridad vial en un período caracterizado por el aumento en la circulación nocturna y el consumo de alcohol. En el marco de esta estrategia preventiva, se efectuaron 3.134 controles de alcoholemia, con la detección de 27 conductores con resultados positivos, lo que representa un 0,9% del total testeado. Todos ellos fueron inhabilitados para conducir por un mínimo de dos meses, de acuerdo con la normativa vigente.
La medida, impulsada por el Gobierno de la Ciudad a través de los Agentes de Tránsito, se enmarca en una política sostenida de fiscalización y concientización, orientada a reducir los siniestros viales vinculados al consumo de sustancias psicoactivas. A diferencia de los controles regulares, que se realizan los 365 días del año, en fechas festivas como Nochebuena y Año Nuevo el esquema se duplica, con la instalación de 20 puestos adicionales distribuidos estratégicamente en distintos barrios porteños.
Cabe destacar que, debido a las condiciones meteorológicas adversas, algunos operativos fueron desarrollados de manera intermitente durante la noche del domingo 24 de diciembre. No obstante, se logró mantener una amplia cobertura de fiscalización, preservando los estándares de seguridad para el personal y la ciudadanía.
Resultados del operativo Nochebuena 2023
El relevamiento realizado desde el domingo 24 hasta el lunes 25 de diciembre a las 12 del mediodía arrojó los siguientes datos:
- Total de controles realizados: 3.134
- Total de resultados positivos: 27 casos (0.9%)
- Conductores con dosaje mayor a 1 g/l: 12 personas (inhabilitación de 4 meses a 2 años)
- Conductores con dosaje entre 0.5 y 0.99 g/l: 15 personas (inhabilitación de 2 a 4 meses)
- Licencias retenidas: 27, todas con sanción mínima de dos meses
- Dosaje más alto registrado: 1.93 g/l
- Vehículos retenidos por falta de documentación: 14 unidades
Estos datos reflejan una leve disminución en la cantidad de controles respecto a 2022, cuando se registraron 4.204 test de alcoholemia durante la misma festividad. Sin embargo, la tasa de positividad se mantuvo prácticamente constante, confirmando una tendencia estable en los indicadores de consumo de alcohol al volante.
Panorama anual: 2023 en cifras
Durante los primeros once meses del año, entre enero y noviembre de 2023, la Ciudad llevó a cabo un total de 372.904 controles de alcoholemia, lo que representa un incremento del 12,3% en comparación con el mismo período de 2022, cuando se realizaron 331.988. Esta expansión en el alcance operativo evidencia el fortalecimiento de una política pública orientada a la prevención de incidentes de tránsito mediante la detección temprana de conductores bajo efectos de sustancias.
Entre los datos más relevantes del año se destacan:
- Personas con alcoholemia positiva e inhabilitadas: 4.505
- Licencias retenidas desde febrero de 2022 (inicio de la nueva normativa): 9.832
- Dosaje promedio en positivos: 0.90 g/l
- Porcentaje de hombres entre los casos positivos: 83.6%
- Controles de estupefacientes realizados: 1.179 (una caída del 42.4% respecto a 2022)
En cuanto a los resultados de los controles de drogas, las tres sustancias más frecuentemente detectadas fueron marihuana, cocaína y combinaciones de ambas, reflejando una preocupación persistente en el ámbito de la seguridad vial vinculada al consumo de estupefacientes.
Desde 2016 a 2022, la Ciudad logró reducir la tasa de alcoholemia positiva del 3.3% al 1.5%, consolidando su liderazgo regional en materia de prevención vial.
Un marco normativo más estricto: sanciones y recuperación
La vigencia del Proyecto Integral de Convivencia Vial, aprobado por la Legislatura porteña en diciembre de 2021, introdujo desde el 1 de febrero de 2022 nuevas penalidades para quienes conduzcan bajo efectos del alcohol. Entre ellas, se destaca la inhabilitación automática por un mínimo de dos meses, junto con sanciones económicas y, en algunos casos, incluso días de arresto.
Las sanciones se aplican en función del dosaje:
- Entre 0.5 y 0.99 g/l: inhabilitación de 2 a 4 meses + multa de 150 a 1.000 UF (aprox. $21.999 a $146.660)
- Desde 1 g/l en adelante: inhabilitación de 4 meses a 2 años + multa de 300 a 2.000 UF (entre $43.998 y $293.320) o 1 a 10 días de arresto
Además, todos los conductores que resulten positivos deben realizar el Taller de Seguridad Vial, condición necesaria para recuperar la licencia de conducir. En el caso de una primera infracción, si la persona completa el curso satisfactoriamente, la duración de la inhabilitación puede reducirse a la mitad.
Un aspecto distintivo de la normativa porteña es que no se permite ceder el volante a otro acompañante en caso de alcoholemia positiva, y se procede al acarreo del vehículo. Para facilitar el proceso, el infractor recibe un acta provisoria válida por tres días corridos, durante los cuales podrá realizar el retiro de su automóvil.
Taller de Seguridad Vial: reflexión y compromiso
El Taller de Seguridad Vial está dirigido a quienes hayan cometido infracciones relacionadas con el consumo de alcohol o drogas al conducir. Tiene como objetivo promover la reflexión personal y el desarrollo de una actitud responsable en relación con el tránsito y sus normas.
Durante las sesiones, a cargo de instructores especializados de la Gerencia de Educación y Convivencia Vial, los participantes abordan temas como:
- Elementos de seguridad de los vehículos
- Prioridades de paso y velocidades permitidas
- Señalética y maniobras
- Riesgos asociados al consumo de sustancias
- Prevención de siniestros viales
El curso tiene una duración total de 8 horas, divididas en dos encuentros de 4 horas. Al finalizar, se entrega un certificado de asistencia y se envía un informe de cumplimiento a las áreas judiciales correspondientes. Desde su implementación, más de 7.967 personas han asistido a estos talleres como paso obligatorio para recuperar su licencia.
Negativa al test: una infracción costosa
Negarse a realizar un control de alcoholemia o drogas también es considerado una infracción grave. La legislación vigente establece que el conductor que se rehúse a someterse a estas pruebas será sancionado con una multa de 1.000 UF ($146.660), que puede ascender a 1.600 UF ($234.656) si se trata de transporte público de pasajeros.
Estas sanciones buscan desalentar la evasión de controles y garantizar que todos los conductores sean tratados de forma equitativa y con criterios objetivos, contribuyendo así a una convivencia vial más justa y segura.
Una política sostenida y con impacto comprobable
Desde 2016, los controles de alcoholemia en la Ciudad de Buenos Aires han experimentado un crecimiento notable: se pasó de 119.772 pruebas anuales en 2016 a 376.675 en 2022, lo que equivale a un aumento del 214.5%. Esta expansión en la fiscalización fue acompañada por la incorporación de nuevas tecnologías, mayor capacitación del personal y el compromiso con la mejora continua de los procedimientos.
El Plan de Seguridad Vial de la Ciudad cuenta con el respaldo técnico de la Fundación Bloomberg Philanthropies y la colaboración de organizaciones de familiares de víctimas de siniestros viales, lo que garantiza un enfoque centrado en la prevención y la empatía con quienes han sufrido las consecuencias del tránsito irresponsable.
La estrategia desplegada durante Nochebuena 2023 ratifica el compromiso del Gobierno porteño con la seguridad vial como política pública prioritaria. La realización de miles de controles, la aplicación efectiva de sanciones y la implementación de programas educativos constituyen pilares fundamentales para construir una cultura del respeto y la responsabilidad en las calles.
Con vistas al próximo operativo de Año Nuevo, las autoridades ya confirmaron que se replicará este esquema intensificado de controles