La jueza Elena Liberatori emitió un fallo que rechazó el pedido del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para continuar con la construcción del metrobús en el tramo frente al Parque Avellaneda, un espacio verde protegido. La decisión se basa en que la obra, que incluía la remoción de 13 árboles en un área considerada Protección Histórica, violaba la normativa ambiental y de conservación del lugar.
El proyecto del metrobús y la oposición vecinal
El proyecto de expansión del metrobús sobre las avenidas Alberdi y Directorio había sido anunciado con entusiasmo por el Gobierno porteño a principios de año. La obra ya había sido parcialmente inaugurada la semana pasada, con un carril central destinado al transporte público, pero una sección de 400 metros frente al parque quedó pendiente debido a la negativa judicial.
La propuesta de extensión del metrobús había sido fuertemente rechazada por los vecinos y comerciantes de la zona, quienes argumentaban que la obra tendría efectos negativos sobre el barrio y generaría dificultades para el comercio local. Este rechazo se materializó en una presentación judicial de amparo para frenar la ejecución de la obra en toda su traza, aunque el fallo inicial no les dio la razón.
Sin embargo, la jueza Liberatori falló a favor de la protección ambiental, destacando que el tramo proyectado en el tramo frente al Parque Avellaneda violaba las regulaciones que resguardan el área. La normativa establece que cualquier obra en un Área de Protección Histórica (APH), como el parque en cuestión, debe respetar los elementos paisajísticos, y la remoción de los árboles habría alterado ese equilibrio.
La normativa de protección histórica y ambiental
La jueza Liberatori hizo hincapié en que la legislación que regula las Áreas de Protección Histórica prohíbe la alteración de las características originales de la zona. Según su interpretación, la obra del metrobús violaba tres principios fundamentales: mantenimiento, conservación y puesta en valor de las condiciones ambientales del lugar.
Específicamente, la normativa de las APH establece que las aceras y calzadas deben mantener sus dimensiones y trazados originales, y prohíbe la supresión o cualquier actuación que pueda dañar los elementos protegidos del entorno, como lo son los árboles en este caso. De acuerdo con el fallo, la extracción de los 13 árboles previstos en el proyecto de metrobús viola de forma directa esas obligaciones de conservación.
Un área histórica y su valor paisajístico
El Parque Avellaneda es un espacio muy valioso dentro del tejido urbano de la ciudad, especialmente para los residentes de las Comunas 7, 9 y 10, y su importancia va más allá de lo recreativo. El parque fue declarado Área de Protección Histórica (APH), lo que le otorga un valor particular en términos de su preservación, tanto en su infraestructura como en su entorno natural. En este sentido, cualquier alteración en su configuración, como la remoción de los árboles, podría impactar negativamente en su carácter paisajístico y en la preservación de su identidad.
El fallo resalta, además, que la obra del metrobús, al interferir con la estructura y vegetación del parque, desvirtuaba las condiciones ambientales que deben mantenerse intactas para preservar su carácter histórico y cultural.
El futuro del metrobús y la controversia
A pesar del rechazo judicial, el Gobierno de la Ciudad sigue defendiendo la necesidad de expandir el sistema de metrobús como una solución a la creciente demanda de transporte público en Buenos Aires. La idea es mejorar la conectividad y reducir el uso del automóvil en una ciudad que enfrenta desafíos de congestión y contaminación. Sin embargo, la oposición vecinal y este fallo judicial ponen en evidencia el conflicto entre el desarrollo urbano y la preservación del patrimonio.
El Gobierno porteño aún tiene la posibilidad de apelar el fallo de la jueza Liberatori, aunque el obstáculo que representa la remoción de los árboles frente al parque podría obligar a repensar el trazado original de la obra. El futuro del metrobús en esta zona dependerá de cómo se resuelva este conflicto entre las necesidades de infraestructura y la protección del patrimonio ambiental y cultural de la ciudad.
El fallo de la jueza Elena Liberatori subraya la importancia de respetar las normativas de conservación ambiental en áreas protegidas de la ciudad, como el Parque Avellaneda. Mientras que la expansión del metrobús sigue siendo una prioridad para mejorar el transporte público, la decisión judicial demuestra la necesidad de equilibrar el desarrollo urbano con el cuidado del patrimonio histórico y natural de la Ciudad de Buenos Aires. Las próximas decisiones que tome el Gobierno porteño serán clave para determinar cómo resolver este desafío y avanzar en el proyecto sin comprometer la integridad de los espacios protegidos.