En el marco de una política orientada al fortalecimiento de la seguridad pública en espacios de alta circulación de personas, la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha comenzado a utilizar Pistolas TASER X2, un tipo de armamento catalogado como no letal, en estaciones de subte y centros de trasbordo. Esta iniciativa se propone ofrecer una respuesta inmediata, eficaz y proporcional ante situaciones de violencia o agresión en espacios concurridos, minimizando riesgos tanto para el personal policial como para la ciudadanía.

Los primeros 60 dispositivos han sido entregados a agentes de tres divisiones estratégicas de la fuerza: la División Subtes, encargada de la seguridad en el transporte ferroviario subterráneo; la División de Operaciones Especiales Metropolitanas (DOEM), orientada a intervenciones de alto riesgo; y la División de Intervenciones Rápidas (DIR), que actúa ante emergencias urbanas. Estos efectivos comenzarán a patrullar zonas clave de la Ciudad de Buenos Aires, priorizando los nueve Centros de Trasbordo más transitados: Retiro, Constitución, Liniers, Flores, Chacarita, Once, Sáenz, Pacífico y Belgrano.

Además, el operativo incluye vigilancia en las principales estaciones de las seis líneas de subte (A, B, C, D, E y H), así como también en áreas de alta densidad poblacional dentro de diversas comunas porteñas. La medida se suma a otras acciones ya implementadas para reforzar la seguridad y el control del espacio público.

Patrullaje en duplas con dispositivos de última tecnología

Cada unidad policial equipada con TASER estará compuesta por dos agentes que trabajarán en pareja: uno será responsable del uso del dispositivo no letal, mientras el otro tendrá la tarea de inmovilizar físicamente al agresor una vez neutralizada la amenaza. Ambos estarán provistos con cámaras integradas en sus chalecos antibalas, que capturarán audio y video en tiempo real, permitiendo registrar cada intervención y garantizar la transparencia y trazabilidad en el uso del arma.

El protocolo establece que las Pistolas TASER solo deben utilizarse en casos donde haya una amenaza directa y comprobada a la integridad física de los presentes, y siempre como una medida intermedia entre el uso de la fuerza física convencional y el arma de fuego letal.

Capacitación profesional y uso responsable

Antes de ser desplegados en territorio, los primeros 250 oficiales recibieron una formación específica y rigurosa sobre el uso de estos dispositivos. El entrenamiento fue dictado por el Instituto Superior de Seguridad Pública de la Policía de la Ciudad, en coordinación con especialistas enviados por la empresa fabricante de las TASER X2.

Durante tres semanas intensivas, los efectivos fueron instruidos en técnicas de inmovilización, evaluación de amenazas, procedimientos de disparo controlado, y también en los marcos legales y éticos que regulan el uso del armamento no letal. El objetivo de esta capacitación fue asegurar que cada intervención se realice con conocimiento técnico, discernimiento y responsabilidad institucional.

Características técnicas de las TASER X2

La Pistola TASER X2 es considerada un instrumento de disuasión no letal. Funciona mediante la emisión de una descarga eléctrica de 400 voltios durante 5 segundos, que es administrada a través de dos dardos conectados por cables. Esta descarga interrumpe temporalmente la comunicación neuromuscular del agresor, lo que genera una inmovilización inmediata sin provocar lesiones permanentes.

Además, el dispositivo cuenta con un puntero láser de precisión, lo que permite apuntar con exactitud, reduciendo así el margen de error en espacios con aglomeraciones. Está también equipada con una cámara incorporada y un sistema de grabación automática del momento del disparo, lo cual cumple una función clave en términos de control interno, supervisión legal y auditoría posterior.

Un debate que cruzó fronteras y opiniones

La utilización de armas TASER ha sido objeto de debate durante más de una década en Argentina. Organismos de derechos humanos, especialistas en criminología, sectores políticos y organizaciones civiles han expresado posiciones encontradas: algunos han manifestado preocupaciones en torno al posible abuso de la fuerza y al perfilamiento discriminatorio en su uso, mientras que otros sostienen que se trata de una herramienta efectiva y necesaria en contextos urbanos de alta complejidad.

Finalmente, el 9 de marzo de 2023, el Gobierno Nacional habilitó la importación y el uso de este tipo de armamento, tanto para las fuerzas federales como para las policías provinciales y locales. La Policía Federal Argentina (PFA) también adquirió un primer lote de 100 dispositivos, sumándose así a una tendencia global.

Un modelo de seguridad urbana alineado con estándares internacionales

La Ciudad de Buenos Aires pasa ahora a formar parte de un conjunto de más de 100 países que ya han incorporado este tipo de armamento en sus fuerzas de seguridad. Entre ellos se destacan Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Alemania, Australia, Brasil, Colombia, Chile, Finlandia, Arabia Saudita y Suiza, donde las Pistolas TASER se utilizan con protocolos específicos en aeropuertos, estaciones, centros comerciales y eventos masivos.

En todos estos casos, el uso de TASER busca ofrecer una alternativa no letal ante situaciones de alto riesgo, en especial aquellas que ocurren en espacios cerrados, subterráneos o de circulación densa, donde el uso de un arma de fuego convencional podría resultar sumamente peligroso para terceros.

Seguridad y prevención en tiempo real

El despliegue de los nuevos dispositivos se complementa con otras tecnologías ya implementadas por la Ciudad, como las cámaras de videovigilancia urbana, los tótems de seguridad en estaciones de subte, la red de reconocimiento de patentes vehiculares y los sistemas de monitoreo inteligente en tiempo real. A esto se suman patrullajes mixtos con fuerzas federales y locales, y la coordinación con el sistema de emergencias 911.

En este ecosistema de seguridad urbana, la inclusión de las TASER pretende llenar un vacío operativo: ofrecer una herramienta intermedia que sea eficaz, legal y humanamente más tolerable que otras formas de coerción directa.

Un modelo en evolución

Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad aseguran que la incorporación de estas armas no reemplaza, sino que complementa el resto de las herramientas ya existentes. Se trata de una política de actualización tecnológica, alineada con estándares de seguridad urbana modernos, y orientada a mejorar la capacidad de respuesta ante amenazas impredecibles.

La prioridad, subrayan desde la cartera de Seguridad, sigue siendo la prevención del delito, la protección de la integridad física de la ciudadanía y de los propios efectivos, y la preservación del orden público en lugares críticos de circulación.

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