Con la llegada del invierno y las persistentes olas de frío que afectan a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gobierno porteño ha fortalecido significativamente el Operativo Frío, una iniciativa que busca brindar atención inmediata, integral y sostenida a las personas que se encuentran en situación de calle. Este año, el plan presenta importantes novedades: la duplicación de móviles disponibles, una estrategia de abordaje personalizado y el fortalecimiento de los Centros de Inclusión Social (CIS) como parte del trabajo continuo de contención y acompañamiento.
El operativo se activa de manera más intensiva cada vez que la temperatura desciende por debajo de los 5 grados centígrados, una condición climática que representa un riesgo significativo para quienes viven a la intemperie. Frente a ello, el gobierno porteño ha decidido redoblar sus esfuerzos, incrementando de 25 a 50 los móviles que recorren la Ciudad, con el propósito de garantizar un alcance territorial más amplio y brindar respuestas rápidas y efectivas.
Un enfoque integral con eje en la reinserción social
A diferencia de operativos de emergencia de corto plazo, el enfoque de este programa se inscribe dentro de una política pública de atención integral y sostenida, que opera las 24 horas del día durante todo el año. La clave del abordaje está en la combinación de atención inmediata con una estrategia de reconstrucción del proyecto de vida para cada persona asistida.
En este contexto, el Gobierno trabaja en conjunto con el programa Buenos Aires Presente (BAP), cuyos equipos interdisciplinarios recorren diariamente los distintos barrios porteños para identificar situaciones de vulnerabilidad extrema, ofrecer ayuda en el momento y realizar un seguimiento digitalizado de cada caso. Esto permite contar con una trazabilidad detallada de la evolución de cada intervención, manteniendo registros actualizados que se traducen en un mejor diseño de estrategias de apoyo personalizadas.
Una vez atendida la urgencia inicial —ya sea mediante abrigo, alimentos, asistencia médica o traslado a un CIS— el equipo se enfoca en acompañar a la persona en su proceso de revinculación social, a través de diversas acciones concretas. Estas incluyen la gestión del Documento Nacional de Identidad (DNI), el acceso a subsidios habitacionales, seguridad alimentaria, acceso a prestaciones sociales y, en algunos casos, la reunificación con sus familias o redes de apoyo.
Centros de Inclusión Social: Contención, formación y salud
Una de las herramientas fundamentales del operativo son los 44 Centros de Inclusión Social que funcionan en la Ciudad. Estos espacios ofrecen alojamiento temporal, pero también funcionan como lugares de contención, formación, asistencia médica y psicológica, brindando un entorno digno para iniciar un proceso de reconstrucción personal y comunitaria.
Cada uno de estos centros está equipado con los recursos necesarios para garantizar cuidados básicos y acompañamiento profesional. Allí se llevan a cabo controles de salud, se provee atención psicológica individual y grupal, y se imparten talleres de oficios y actividades educativas orientadas a la recuperación de la autonomía personal. Además, se promueve la reintegración familiar siempre que sea posible, entendiendo que el arraigo y los vínculos afectivos cumplen un papel crucial en el proceso de inclusión social.
Acciones concretas durante las noches de frío extremo
Durante los días con temperaturas más bajas, los móviles del Operativo Frío recorren la Ciudad para ofrecer traslados a los CIS, procurando que ninguna persona tenga que pasar la noche a la intemperie. No obstante, se contempla que algunas personas elijan no ingresar a los centros. En estos casos, los equipos entregan viandas calientes, agua potable, kits de viandas secas, frazadas y kits de abrigo (que incluyen ropa térmica, bufandas, guantes y gorros), procurando mitigar los efectos de la exposición prolongada al frío.
Además, se implementa un seguimiento posterior con el fin de retomar el contacto con quienes inicialmente rechazaron la asistencia formal, respetando su decisión pero manteniendo la presencia del Estado como sostén constante y accesible.
Atención directa y líneas de comunicación activas
La estrategia del Gobierno porteño se apoya también en la participación activa de la ciudadanía. Por eso, se refuerza la difusión de la Línea 108, un canal gratuito que opera las 24 horas del día, todos los días del año, exclusivo para casos relacionados con personas en situación de calle. Cualquier vecino puede utilizarla, ya sea para pedir asistencia directa o para reportar la presencia de alguien que necesite ayuda. Cada llamada genera un reporte que es derivado a los equipos móviles del BAP, los cuales se encargan de dar respuesta en el menor tiempo posible.
En los casos que involucran a niños, niñas y adolescentes, el protocolo incluye también la articulación con la Línea 102, especializada en infancia. Este canal permite activar de inmediato los dispositivos específicos de protección integral de derechos de menores, asegurando un enfoque diferencial y sensible ante situaciones especialmente complejas.
Más allá del invierno: un compromiso constante
Si bien el Operativo Frío adquiere mayor visibilidad durante los meses invernales, es importante señalar que el trabajo de los equipos de atención se extiende durante todo el año, como parte de una política de atención continua que busca reducir progresivamente la cantidad de personas en situación de calle mediante el abordaje estructural de las causas de esta problemática.
La Ciudad de Buenos Aires se encuentra entre las jurisdicciones con mayor cobertura de servicios sociales destinados a la población en situación de calle. No obstante, los desafíos son permanentes: se estima que los factores que llevan a una persona a perder su vivienda son múltiples y complejos, desde la pérdida del empleo y el deterioro de la salud mental, hasta situaciones de violencia, adicciones o rupturas familiares.
Educación, trabajo y salud: claves para la inclusión
Parte del trabajo sostenido en los Centros de Inclusión Social incluye estrategias de empoderamiento, con el objetivo de brindar herramientas concretas para la reinserción en el mundo laboral, educativo y social. Muchos de los CIS ofrecen capacitaciones en oficios, alfabetización digital, talleres de emprendedurismo y asesoramiento legal, en articulación con otros organismos del Estado y organizaciones de la sociedad civil.
Además, se promueve el acceso a servicios de salud integral, en especial en casos donde existen enfermedades crónicas no tratadas, problemas de salud mental o adicciones. En este sentido, los equipos cuentan con profesionales especializados, que trabajan desde un enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género y centrado en la persona.
Una ciudad solidaria, un Estado presente
El fortalecimiento del Operativo Frío representa una reafirmación del compromiso del Estado con los sectores más vulnerables. En un contexto de dificultades económicas y sociales, el acompañamiento a quienes más lo necesitan se vuelve una tarea impostergable.
Cada intervención del programa no se limita a cubrir una necesidad puntual, sino que busca transformar realidades de fondo, reconstruir lazos, devolver dignidad y brindar oportunidades concretas. Porque detrás de cada caso asistido hay una historia única, con nombre y apellido, y la posibilidad de un nuevo comienzo.